Null Icono ruso del siglo XVII.

"La Dormición de la Virgen".

Pintura sobre mad…
Descripción

Icono ruso del siglo XVII. "La Dormición de la Virgen". Pintura sobre madera. Faltas en la madera y policromía. Marcas de desgaste debidas al paso del tiempo. Medidas: 30,5 x 25 cm. El icono ruso del siglo XVIII presenta el sueño de la Virgen María y su asunción al cielo por Jesucristo. La Virgen, que se ha dormido, está rodeada por los apóstoles que sufren. Más allá de los apóstoles, aparecen también los santos obispos. En el icono predominan los tonos oscuros y sombríos. Pero el manto sobre el que está la Virgen es luminoso y esto nos comunica que acepta con serenidad y alegría a su muerte, Jesucristo, que está de pie sobre ella y sostiene en sus manos a un niño con un vestido blanco como la nieve. Este niño representa el alma inmaculada de la Virgen María, que concluyó su vida terrena sin ninguna enfermedad ni dolor. Por eso este momento final se llama "dormición" o "tránsito" de la Virgen María. Y así, desde el siglo VI, comenzó a celebrarse en Oriente la fiesta de la Dormición de la Virgen María: una forma de expresar que se trataba de un tránsito más parecido al sueño que a la muerte. Ella dejó esta tierra -como afirman algunos santos- en un transporte de amor. Defectos en la madera y la policromía. Marcas de desgaste debidas al paso del tiempo.

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Icono ruso del siglo XVII. "La Dormición de la Virgen". Pintura sobre madera. Faltas en la madera y policromía. Marcas de desgaste debidas al paso del tiempo. Medidas: 30,5 x 25 cm. El icono ruso del siglo XVIII presenta el sueño de la Virgen María y su asunción al cielo por Jesucristo. La Virgen, que se ha dormido, está rodeada por los apóstoles que sufren. Más allá de los apóstoles, aparecen también los santos obispos. En el icono predominan los tonos oscuros y sombríos. Pero el manto sobre el que está la Virgen es luminoso y esto nos comunica que acepta con serenidad y alegría a su muerte, Jesucristo, que está de pie sobre ella y sostiene en sus manos a un niño con un vestido blanco como la nieve. Este niño representa el alma inmaculada de la Virgen María, que concluyó su vida terrena sin ninguna enfermedad ni dolor. Por eso este momento final se llama "dormición" o "tránsito" de la Virgen María. Y así, desde el siglo VI, comenzó a celebrarse en Oriente la fiesta de la Dormición de la Virgen María: una forma de expresar que se trataba de un tránsito más parecido al sueño que a la muerte. Ella dejó esta tierra -como afirman algunos santos- en un transporte de amor. Defectos en la madera y la policromía. Marcas de desgaste debidas al paso del tiempo.

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