EVERLY BROTHERS THE
EVERLY DON: (1937-2021) 
& PHIL (1939-2014) Dúo de rock esta…
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EVERLY BROTHERS THE EVERLY DON: (1937-2021) & PHIL (1939-2014) Dúo de rock estadounidense. Una buena fotografía firmada de 7,5 x 9,5 por ambos hermanos individualmente, la imagen les representa de pie espalda con espalda en poses de tres cuartos. Firmada tanto por Don como por Phil Everly con sus nombres solos en negrita con tintas negras estilográficas en zonas claras del fondo. Acerca de EX

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ANTONIO CARNICERO (Salamanca, 1748 - Madrid, 1814). "Retrato femenino" y "Retrato masculino". Lápiz carbón y carboncillo sobre papel. El retrato femenino lleva una numeración roja correspondiente al Servicio de Recuperación Artística. Medidas: 42,5 x 33 cm; 59 x 51,5 cm (marco). Antonio Carnicero alcanzó gran fama como retratista, llegando a inmortalizar a monarcas como Fernando VII. En esta ocasión nos ofrece un retrato masculino y otro femenino que comparten rasgos comunes: sus miradas serenas, fijas en el espectador, sin más símbolos de su rango que la dignidad de sus rostros y la riqueza de sus ropajes, que siguen la moda española imperante en la Europa de la época. Pintor y grabador, hijo del escultor barroco Alejandro Carnicero, fue también un excelente miniaturista. Ingresó en la Academia de San Fernando de Madrid a los diez años, y acompañó a su hermano Isidro a Roma. Permaneció en la capital italiana durante seis años, perfeccionando su arte y participando en diversos concursos artísticos, siendo premiado en varios de ellos. A su regreso a España completa su formación en la Academia de Madrid. Durante estos años inició su colaboración con José del Castillo, con quien trabajó a partir de 1775 en cartones para tapices de la Real Fábrica, destinados a decorar las habitaciones de la Princesa de Asturias en el palacio de El Pardo. Como dibujante ilustró las ediciones del "Quijote" publicadas por la Real Academia Española en 1780 y 1782. En 1790 realiza dibujos preparatorios para grabados, entre los que destaca su serie titulada "Tauromaquia". En 1796 y tras anteriores intentos fallidos, es nombrado Pintor de Cámara de Carlos IV. Entre esa fecha y 1799 realizó las ilustraciones del libro "El Real Picadero", encargado por Manuel Godoy, que no pudo terminar. También colaboró con la "Colección de trajes", una serie sobre los tipos populares en España, realizando entre 1778 y 1784 siete ilustraciones con personajes típicos de las Islas Baleares. Sus escenas de bailes y paseos, o los vuelos de los globos Montgolfier, se adscriben al estilo rococó. Sin embargo, en sus retratos se aprecia un mayor clasicismo, como se aprecia en su "Retrato de Carlos IV con armadura" y en el "Retrato de Manuel Godoy". Entre la variedad de estilos y géneros tratados por el artista se encuentra una obra de carácter excepcional, "La Alegoría de la Vigilancia", de tema moral, pintada con tintes dramáticos de luces y sombras que anticipan la estética romántica de lo sublime. En la década de 1780 Carnicero trabajó en una serie de óleos con vistas de caminos y puertos, encargados originalmente por Carlos III a Mariano Ramón Sánchez, que reflejan el sofisticado interés cultural e ilustrado de la época por el patrimonio histórico, arqueológico y geográfico del país. Durante estos años el pintor fue enviado a Aranjuez como profesor de dibujo del príncipe Fernando. En relación con esto cumplió un mes de prisión en 1806, tras los incidentes del llamado "proceso del Príncipe". Sin embargo, tras su encarcelamiento aceptó permanecer en su puesto de Pintor del Rey. La usurpación de José I Bonaparte supuso su caída en desgracia, pero tras la restauración del gobierno de Fernando VII fue restituido en su puesto. Carnicero está representado en el Museo del Prado, el Museo Municipal de Madrid, la Academia de San Fernando, el Lázaro Galdiano de Madrid y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre otros.

Escuela napolitana; hacia 1700. "La Resurrección de Lázaro". Óleo sobre lienzo. Repintado. Presenta faltas y repintes. Medidas: 100 x 156 cm; 110 x 165 cm (marco). Hay en esta imagen un efecto dramático generado por la iluminación de herencia tenebrista y por la composición que el artista ha utilizado para narrar el tema de la resurrección de Lázaro. Basándose en una estructura clásica a modo de friso, el artista recorta el formato, centrándose únicamente en los bustos de las figuras y eliminando cualquier elemento anecdótico o profundidad innecesaria que pudiera distraer al espectador del tema. Es cierto que la figura de Cristo destaca por las tonalidades con las que ha sido retratado, pero el protagonista indiscutible de esta obra es Lázaro y su exasperante cuerpo, marcado por una musculatura que deja al descubierto su estructura ósea, revelando cómo la carne es consumida por la muerte. El autor lleva al extremo la anatomía de esta figura religiosa, heredera de la forma de la pintura barroca napolitana. El tema de la resurrección de Lázaro puede identificarse iconográficamente en esta obra. En la Biblia, según Juan 11: 1-44, Jesús recibe el mensaje de que Lázaro está enfermo y sus dos hermanas buscan su ayuda. Jesús dice a sus seguidores: "Esta enfermedad no acabará en muerte. Jesús retrasa su partida dos días. Los discípulos tienen miedo de volver a Judea, pero Jesús dice: "Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarle". Como los apóstoles no entienden, les aclara: "Lázaro está muerto y, por vuestro bien, me alegro de no haber estado allí para que podáis creer". Cuando llegan a Betania, Lázaro lleva cuatro días muerto y enterrado. Antes de que entren en el pueblo, Marta, la hermana de Lázaro, se encuentra con Jesús y le dice: "Si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto". Jesús asegura a Marta que su hermano resucitará y le dice: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Creéis en esto?" Afirmación de Marta de que realmente cree: "Sí, Señor. Creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que ha de venir al mundo", es sólo la segunda vez (después de Natanael) que alguien declara que Jesús es el Hijo de Dios y la primera vez que alguien lo compara como 'Mesías' e 'Hijo de Dios' juntos. La única otra vez que esto ocurre en todo el Evangelio es en la explicación que el autor del Evangelio da al final para escribir su Evangelio. Al entrar en la aldea, Jesús se encuentra con María y la gente que ha venido a consolarla. Al ver su dolor y su llanto, Jesús se conmueve profundamente. Después de preguntarle dónde estaba enterrado, se encuentra el versículo más corto de los cuatro Evangelios y la escritura dice: Jesús lloró. Después, Jesús pide que se quite la piedra del sepulcro, pero Marta insiste en que habrá olor. A lo que Jesús responde: "¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?". Entonces Jesús levanta la mirada y dice: "Padre, te doy las gracias por haberme escuchado. Sabía que siempre me escuchas, pero he dicho esto por la gente que está aquí, para que crean que tú me has enviado". Dicho esto, Jesús gritó en alta voz: "¡Lázaro, sal!". Entonces salió Lázaro, con las manos y los pies envueltos en tiras de lino y un paño alrededor de la cara. Jesús les dijo: "Quitaos las vendas y dejadle ir. " Lázaro vuelve a ser mencionado en el capítulo 12 del Evangelio de Juan. Seis días antes de la Pascua en la que Jesús es crucificado, Jesús regresa a Betania y Lázaro asiste a una cena en la que participa Marta, su hermana.