Null UN CUENCO DE BRONCE, DINASTÍA XI, HAN

China, 202 a.C. A 220 d.C. De audaz …
Descripción

UN CUENCO DE BRONCE, DINASTÍA XI, HAN China, 202 a.C. a 220 d.C. De audaz fundición, presenta una base circular con un sutil hombro coronado por un borde evertido. El simplista recipiente está cubierto de una rica pátina natural con incrustaciones de malaquita, cuprita y azurita por todas partes. Procedencia: Comercio francés. Estado de conservación: Muy buen estado, acorde con la edad, con desgaste, signos de intemperie y erosión y pequeñas abolladuras. Peso: 231 g Dimensiones: Diámetro 12,2 cm Comparación bibliográfica: Compárese un cuenco de bronce relacionado, datado en la dinastía Han, en el Museo Nacional del Palacio, número de acceso K1A000438.

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UN CUENCO DE BRONCE, DINASTÍA XI, HAN China, 202 a.C. a 220 d.C. De audaz fundición, presenta una base circular con un sutil hombro coronado por un borde evertido. El simplista recipiente está cubierto de una rica pátina natural con incrustaciones de malaquita, cuprita y azurita por todas partes. Procedencia: Comercio francés. Estado de conservación: Muy buen estado, acorde con la edad, con desgaste, signos de intemperie y erosión y pequeñas abolladuras. Peso: 231 g Dimensiones: Diámetro 12,2 cm Comparación bibliográfica: Compárese un cuenco de bronce relacionado, datado en la dinastía Han, en el Museo Nacional del Palacio, número de acceso K1A000438.

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Guerrero; China, dinastía Han, 202 a.C.- 220 d.C. Terracota policromada. Termoluminiscencia adherida. Presenta restauración en líneas de fractura localizadas en brazos y cintura. Medidas: 50,5 x 16 x 8,5 cm. Figura redonda realizada en terracota, que representa a un guerrero de pie, mostrando sus armas (hoy perdidas), mirando al frente y con rostro sereno. Está decorada con engobes aplicados en frío en varios colores, principalmente blanco y naranja para la ropa, marrón, rosa para los tonos carne, negro y rojo. La dinastía Han gobernó China entre los años 206 a.C. y 220 d.C., más de cuatro siglos durante los cuales se consolidaron las estructuras políticas, sociales y económicas del país, conduciéndolo a la etapa más gloriosa de su historia. En cuanto al arte de esta época, sigue siendo eminentemente funerario, aunque refleja el altísimo nivel artístico que se alcanzará tanto en las capitales como en las provincias. Estos objetos conservados nos proporcionan información sobre la vida cotidiana y las costumbres de la época, ya que el arte se vuelve mucho más mundano que los bronces de los periodos Zhou y Shang. Las estructuras de las tumbas también cambiaron: las de los Shang eran verticales, mientras que las de los Han se construían como palacios subterráneos. Se decoraron con relieves estampados con escenas de la vida del difunto, y se incorporó un nuevo material como soporte artístico, la laca. Sin embargo, lo más famoso hoy en día es la producción de cerámica Han, en terracota y decorada con engobes aplicados en frío, principalmente negros y rojos. Adjunta termoluminiscencia. Presenta restauración en líneas de fractura localizadas en brazos y cintura.