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RARO ICONO GRIEGO QUE MUESTRA LA NATIVIDAD DE LA MADRE DE DIOS Y UN MONASTERIO poco después de 1800 17,5 x 24,5 cm

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RARO ICONO GRIEGO QUE MUESTRA LA NATIVIDAD DE LA MADRE DE DIOS Y UN MONASTERIO poco después de 1800 17,5 x 24,5 cm

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Busto de Sol Invictus; Roma, siglos II-III. Bronce. Presenta depósitos minerales, pátina verde y roja y pérdida de rayos. Medidas: 7 x 4, 5 x 3 cm. Raro busto romano de bronce de Sol Invictus. Representa al joven dios solar con una corona de siete rayos (hoy desaparecida) sobre sus voluminosos rizos y un manto abrochado en el hombro derecho. Los romanos aportaron dos importantes novedades al mundo de la escultura: el retrato y el relieve histórico, ninguno de los cuales existía en el mundo griego. Sin embargo, siguieron modelos griegos para gran parte de su producción escultórica, base que en Roma se combinaría con la tradición etrusca. Tras los primeros contactos con la Grecia del clasicismo a través de las colonias de la Magna Grecia, los romanos conquistaron Siracusa en el 212 a.C., una rica e importante colonia griega situada en Sicilia, adornada con un gran número de obras helenísticas. La ciudad fue saqueada y sus tesoros artísticos trasladados a Roma, donde el nuevo estilo de estas obras pronto sustituyó a la tradición etrusco-romana que había prevalecido hasta entonces. El propio Catón denunció el saqueo y la decoración de Roma con obras helenísticas, que consideraba una influencia peligrosa para la cultura autóctona, y deploró que los romanos aplaudieran las estatuas de Corinto y Atenas, al tiempo que ridiculizaban la tradición decorativa en terracota de los antiguos templos romanos. Sin embargo, estas reacciones de oposición fueron en vano; el arte griego había sometido al arte etrusco-romano en general, hasta el punto de que las estatuas griegas se contaban entre los premios más codiciados de la guerra, exhibiéndose durante el desfile triunfal de los generales conquistadores. Presenta depósitos minerales, pátina verde y roja y pérdidas por rayos.