Louis-Ferdinand CÉLINE. 4L.A.S., [¿Copenhague 1948-1951?], a su amigo Robert Dirler; 6páginas y media in-fol. (ligera humedad). Cartas desde Dinamarca. [Robert Dirler fue presidente ejecutivo de Pathé-Cinéma antes de la guerra. Emparentado con una danesa, visitó a Céline en Copenhague]. 15 de noviembre de 1948. Estaba enfermo... "¡Está helando en nuestro maldito frasco! Esperaba rebarricadas en París, ¡pero la avispa es lista! Bueno, no contaba demasiado con ello, porque cada francés habría tenido que dividirse en dos, ½ por cada bando. Lo ideal era ganar. [...] Al final, sólo es cuestión de los rusos y los americanos. Todo lo que tienen que hacer es quitar el frío del casquete polar. Quitarse los pantalones [...] ¡y dejar al resto del mundo en paz! [...] Mientras tanto, creo que me van a hacer lo del padre François, juzgarme por contumax, una de estas mañanas. ¡Necesitamos ejemplos, chivos expiatorios, por el amor de Dios! Solo, aislado, cuidadosamente tumbado, soy el chivo expiatorio ideal. ¡Me caerán 10 o 20 años! ¡Y larga vida a Roussy! ¡Y larga vida a Bergery! ¡Chautemps! ¡Morand! ¡Guitry! Me aseguran que Mercadier -ex locutor de Radio-París, un buen canalla, ex director de Francia en Sigmaringen (¡una paja!) tiene una mesa libre en Lipp -¡sin duda una muestra de todas las fuerzas policiales!... no lo mencione -¡parecería que lo estoy denunciando! No me importa. Que se las arregle el cabrón - ¡pero es gracioso! 3 de mayo [1949]. "¡Estos son los establos de Augías! ¡Todo el esfuerzo es en vano! ¡Una mierda barrida y aquí vienen veinte carretillas! ¡Todas estas entrevistas son completamente inventadas! [...] Jamás he visto, recibido, declarado nada a ningún periodista. Han creado una Céline fantasma a la que atribuyen todo tipo de comentarios delirantes, actos fantásticos [...] Me importa un bledo. Lo único serio en la vida es la chapa [...] Considero a priori todo lo que no escribo y firmo - YO MISMO. Todo LO DEMÁS son chorradas - divagaciones - estupideces - gilipolleces ociosas"... 17 [¿Primavera de 1951?] ... "¡Que aciertes a predecir el Futuro! Alguna convulsión favorable... durante tantos años todas las convulsiones han sido tan desastrosas para mí que ya no me atrevo a creer en ellas... Esperemos. Que el pot au feu nos reúna, cuanto antes, ya es hora, antes de que el exilio me mate por completo de melancolía"... Le gustaría volver a verle antes de partir: "¡Ven con tu viuda danesa, para que podamos secarle las lágrimas! Se adjunta una carta de Lucette Destouches al mismo autor, del 24 de marzo.