Null Donatien-Alphonse-François, marqués de SADE. L.A.S., [París finales de mayo…
Descripción

Donatien-Alphonse-François, marqués de SADE. L.A.S., [París finales de mayo de 1790], a Gaspard Gaufridy; 4páginas en-4 rellenas con una pequeña letra apretada (ligera humedad, grietas, pequeña falta en la parte inferior de la 2ª hoja que afecta a una palabra y al final de la firma). Larga carta a su abogado sobre su liberación de la Bastilla, el 14 de julio y la pérdida de sus manuscritos, y el divorcio solicitado por su esposa. Habla a su "querido abogado" del comportamiento "muy ridículo" de Mme de Sade. Estaba preocupado y angustiado cuando fue a verle a la Bastilla: "la necesidad que tenía de ella me hacía disimularlo, pero todo en ella me alarmaba, veía claramente las instigaciones de un confesor y, a decir verdad, veía que mi libertad se convertiría en el tiempo de una separación". El 4 de julio, con ocasión de una trencita que hice en la Bastilla por el descontento que allí me daban, el gobernador se quejó al ministro, yo calentaba el espíritu del pueblo a través de mi ventana, decían, los reunía bajo esta ventana, les advertía de los preparativos que se estaban haciendo en la Bastilla, les exhortaba a venir a derribar este monumento de horror... todo esto era verdad... Fui trasladado al convento de los Hermanos de la Caridad de Charenton, donde estos scelerats de Montreuil tuvieron la crueldad de dejarme languidecer durante nueve meses entre los locos y epilépticos a los que sólo está dedicada esta casa, Sin embargo, un poco más de libertad allí que en otra parte, me permitió descubrir que ya no estaba prisionero más que por la avaricia de estos monjes, y que bastaba con decirles imperiosamente que quería marcharme para que me abrieran la puerta, mis hijos y yo lo hicimos, quedé libre, y esto mucho antes de la sanción del rey relativa a las cartas de sello [...Cuando salí de la Bastilla la noche del 3 al 4 de julio, según las viejas prácticas del despotismo ministerial, no se me permitió llevar nada conmigo, salí tan desnuda como mi mano, y todas mis pertenencias -es decir, más de cien luises en muebles, ropa o lino, seiscientos volúmenes, algunos de ellos muy caros, y lo que es irreparable, quince volúmenes de mis obras manuscritas listas para ir a la imprenta, todos estos efectos dije que estaban puestos bajo el sello del comisario de la Bastilla y Madame de Sade cenó, fue al armario, confesó y se durmió. Por fin, en la mañana del 14 de julio, pensó que era el momento de hacer abrir el sello y enviarme mis pertenencias... a mí, todavía desnuda (afortunadamente hacía calor) y todavía vegetando entre los tontos. Desgraciadamente, el día en que despertó de su letargo fue el mismo en que el pueblo acudió en masa a la Bastilla, donde asesinaron al gobernador y a todos los oficiales, por lo que no hubo manera de entrar y todas mis pertenencias fueron saqueadas". La conducta de su esposa fue atroz; había permitido el saqueo de "manuscritos que lloro cada día con lágrimas de sangre... obras que me habrían dado reputación en la literatura... obras que me habrían reportado mucho dinero... que me habían consolado en mi retiro y que al suavizar mi soledad me habían hecho decir... al menos no habré perdido el tiempo. [...] Encontré algo en los barrios donde se arrojaron los papeles de la Bastilla, pero nada importante... miseria y ni una sola obra de importancia. Oh, me rindo, me rindo... ¡sólo Dios! Es la mayor desgracia que el cielo puede reservarme... y para suavizar este golpe, ¿sabe usted lo que hizo la honrada y sensible Md de Sade, que también tenía muchas de mis obras... manuscritos pasados de contrabando durante sus visitas; me los niega.... dice que por miedo a que estas obras (escritas con demasiada firmeza) me hicieran daño, en la época de la revolución las confió a personas que quemaron algunas de ellas... me hierve la sangre cuando oigo tales respuestas"... Además, la "celestial dama [...] apenas supo que yo estaba fuera, me hizo notificar una orden de separación [...] Todas las infamias que se han dicho contra mí en los cabarets, en las guardias, recopiladas en los almanaques, en los periódicos planos, forman la base de esta hermosa memoria, en la que se inventan escandalosamente las indecencias más atroces... se denuncian calumniosamente...". Es un monumento de horrores, mentiras y disparates, tan burdo, tan oscuro, tan rotunda y llanamente escrito"... No quiere responder a "este monumento de impudicia", y será "condenado por defecto... separado de cuerpo y hacienda"... Pero espera no arruinarse y que sus negocios en Provenza le den para vivir... Continúa hablando de su alojamiento con "una dama encantadora" ("tiene 40 años, añado esta última circunstancia para hacerle ver que

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Donatien-Alphonse-François, marqués de SADE. L.A.S., [París finales de mayo de 1790], a Gaspard Gaufridy; 4páginas en-4 rellenas con una pequeña letra apretada (ligera humedad, grietas, pequeña falta en la parte inferior de la 2ª hoja que afecta a una palabra y al final de la firma). Larga carta a su abogado sobre su liberación de la Bastilla, el 14 de julio y la pérdida de sus manuscritos, y el divorcio solicitado por su esposa. Habla a su "querido abogado" del comportamiento "muy ridículo" de Mme de Sade. Estaba preocupado y angustiado cuando fue a verle a la Bastilla: "la necesidad que tenía de ella me hacía disimularlo, pero todo en ella me alarmaba, veía claramente las instigaciones de un confesor y, a decir verdad, veía que mi libertad se convertiría en el tiempo de una separación". El 4 de julio, con ocasión de una trencita que hice en la Bastilla por el descontento que allí me daban, el gobernador se quejó al ministro, yo calentaba el espíritu del pueblo a través de mi ventana, decían, los reunía bajo esta ventana, les advertía de los preparativos que se estaban haciendo en la Bastilla, les exhortaba a venir a derribar este monumento de horror... todo esto era verdad... Fui trasladado al convento de los Hermanos de la Caridad de Charenton, donde estos scelerats de Montreuil tuvieron la crueldad de dejarme languidecer durante nueve meses entre los locos y epilépticos a los que sólo está dedicada esta casa, Sin embargo, un poco más de libertad allí que en otra parte, me permitió descubrir que ya no estaba prisionero más que por la avaricia de estos monjes, y que bastaba con decirles imperiosamente que quería marcharme para que me abrieran la puerta, mis hijos y yo lo hicimos, quedé libre, y esto mucho antes de la sanción del rey relativa a las cartas de sello [...Cuando salí de la Bastilla la noche del 3 al 4 de julio, según las viejas prácticas del despotismo ministerial, no se me permitió llevar nada conmigo, salí tan desnuda como mi mano, y todas mis pertenencias -es decir, más de cien luises en muebles, ropa o lino, seiscientos volúmenes, algunos de ellos muy caros, y lo que es irreparable, quince volúmenes de mis obras manuscritas listas para ir a la imprenta, todos estos efectos dije que estaban puestos bajo el sello del comisario de la Bastilla y Madame de Sade cenó, fue al armario, confesó y se durmió. Por fin, en la mañana del 14 de julio, pensó que era el momento de hacer abrir el sello y enviarme mis pertenencias... a mí, todavía desnuda (afortunadamente hacía calor) y todavía vegetando entre los tontos. Desgraciadamente, el día en que despertó de su letargo fue el mismo en que el pueblo acudió en masa a la Bastilla, donde asesinaron al gobernador y a todos los oficiales, por lo que no hubo manera de entrar y todas mis pertenencias fueron saqueadas". La conducta de su esposa fue atroz; había permitido el saqueo de "manuscritos que lloro cada día con lágrimas de sangre... obras que me habrían dado reputación en la literatura... obras que me habrían reportado mucho dinero... que me habían consolado en mi retiro y que al suavizar mi soledad me habían hecho decir... al menos no habré perdido el tiempo. [...] Encontré algo en los barrios donde se arrojaron los papeles de la Bastilla, pero nada importante... miseria y ni una sola obra de importancia. Oh, me rindo, me rindo... ¡sólo Dios! Es la mayor desgracia que el cielo puede reservarme... y para suavizar este golpe, ¿sabe usted lo que hizo la honrada y sensible Md de Sade, que también tenía muchas de mis obras... manuscritos pasados de contrabando durante sus visitas; me los niega.... dice que por miedo a que estas obras (escritas con demasiada firmeza) me hicieran daño, en la época de la revolución las confió a personas que quemaron algunas de ellas... me hierve la sangre cuando oigo tales respuestas"... Además, la "celestial dama [...] apenas supo que yo estaba fuera, me hizo notificar una orden de separación [...] Todas las infamias que se han dicho contra mí en los cabarets, en las guardias, recopiladas en los almanaques, en los periódicos planos, forman la base de esta hermosa memoria, en la que se inventan escandalosamente las indecencias más atroces... se denuncian calumniosamente...". Es un monumento de horrores, mentiras y disparates, tan burdo, tan oscuro, tan rotunda y llanamente escrito"... No quiere responder a "este monumento de impudicia", y será "condenado por defecto... separado de cuerpo y hacienda"... Pero espera no arruinarse y que sus negocios en Provenza le den para vivir... Continúa hablando de su alojamiento con "una dama encantadora" ("tiene 40 años, añado esta última circunstancia para hacerle ver que

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SADE (Donatien-Alphonse François de). Justine, ou les Malheurs de la vertu. Hollande: chez les Libraires Associés [París: Girouard], 1791. -2 volúmenes in-8, 187 x 122 : 283 pp. ; (2 ff.), 191 pp. Medio marquetería roja con esquinillas en pergamino, lomo liso decorado, bordes moteados (encuadernación de principios del siglo XIX). Dutel A-593 - Pia 724-725. Rarísima primera edición de la obra emblemática del Marqués de Sade, dedicada "A mi buena amiga", es decir, su amante Marie-Constance Quesnet. Primer título publicado por el autor, "es la segunda versión de Les infortunes de la Vertu, terminada en la Bastilla en 1787, y el embrión de La Nouvelle Justine" (Dutel). Novela de aventuras y de carácter, fue la primera en Francia en la que el "género negro" se impuso con tanta fuerza. Se publicó un año después de la liberación de Sade de la prisión de la Bastilla, y tuvo un gran éxito en la época, ya que Louis-Sébastien Mercier informó de que la novela estaba "extendida sobre tablas" en el Palais-Royal. El entusiasmo de los lectores por el libro se refleja también en el gran número de reimpresiones clandestinas que circularon por toda Europa. Un buen ejemplar en una encuadernación de principios del siglo XIX. El tipo de hierro utilizado en el lomo es casi similar a los utilizados por Meslant o Courteval. Ejemplar incompleto del frontispicio y de la nota del editor, pero contiene el falso título del segundo volumen. Se ha enriquecido con una nota manuscrita de la época, en una hoja en blanco montada en la cabecera del primer volumen, que dice: "Je suis Lagnaux mordu par le lou / Mais il viendra un jour / qu'il nait jamais venu / que je mordrez le lou quil ma mordu". Tomo I: Título vuelto a encuadernar, pequeña restauración y manchas en las tres primeras hojas del mismo tomo, rotura que falta pero no afecta al texto en la hoja D2, algunos zorros y humedades marginales. Volumen 2: discreta restauración en las hojas G2 y G4.

[D.A.F. marqués de SADE]. Jacques-François, abate de SADE (1705-1777) abad comendatario de la abadía de Ébreuil, literato, tío del marqués. 5 L.A., 1734-1750, a su hermano el conde de Sade, con anotaciones autógrafas del marqués de Sade; 11páginas en-4 o en-8, una dirección. Interesante correspondencia del abate de Sade a su hermano.Toulouse 19 de julio de 1734. Nota autógrafa del marqués en el encabezamiento: "de l'abé de Sade son frere pour lors grand vicaire de l'archeveque de Toulouse". Noticias de la época, mencionando al príncipe Eugène en Philippsbourg, a Voltaire, al marqués de Surgères... [¿Comienzos de 1736?] Nota autógrafa del marqués en el encabezamiento: "de l'abé de Sade mon oncle, a son frere". Menciona el final de la guerra, la muerte de Mme de La Rochefoucauld, M. de Mirepoix que va a ser tutor del Delfín... Ébreuil 1750 - 26 de enero. Sobre el abate Amblet (que iba a ser preceptor del marqués, entonces de diez años): "O mucho me equivoco o ha encontrado usted algo para su hijo. Mientras tanto, estoy muy contento de tenerlo conmigo, y está de aprendiz como tutor de una señora amiga mía, con la que está aprendiendo italiano; me parece que lo está haciendo muy bien".... - 10 de octubre, sobre su situación en la abadía de Ébreuil: "Me quedo allí porque, en general, estoy bien y no estaría mejor en otra parte; lo único que me falta es una sociedad un poco más selecta, lo que me parece suficientemente compensado por el bienestar, la libertad, la independencia y la ociosidad que tanto aprecio"... - 20 de octubre, sobre su situación financiera.Anexos: - L.S. del arzobispo de Albi, Dominique de La Rochefoucauld, al abad, el 24 de diciembre de 1758, sobre la asignación de una casa en Aviñón; - una carta escrita desde Aviñón, el 3 de diciembre de 1778, al presidente de Montreuil, sobre la herencia del abad en favor de su sobrino, y del empresario Gaufridy.