[Étienne DOLET]. CICERON.

Les Questions tusculanes de Marc Tulle Ciceron. Recié…
Descripción

[Étienne DOLET]. CICERON. Les Questions tusculanes de Marc Tulle Ciceron. Recién traducido del latín al francés por... In-16, havana basane, lomo con 4 nervios adornados ( encuadernación del siglo XVIII). Brunet, II-54-799 // Cioranescu, 7936. 144f.-(8f.) / A-T8 / 70 x 113 mm. Nueva edición. La edición original fue publicada por el autor en Lyon en 1541. Sabemos lo importantes que eran las obras de Cicerón para Étienne Dolet. Veneraba a Cicerón, y cuando estalló la disputa entre ciceronianos y anticiceronianos, se lanzó a la refriega con ardor. Esta disputa contra los reformadores se basaba en un retorno a la pureza de la lengua de Cicerón. Tradujo Epístolas o cartas familiares del gran orador en 1542, así como la traducción de las Cuestiones tusculanas, una obra filosófica sobre la muerte en la que el autor intenta establecer la inmortalidad del alma y demostrar que la felicidad sólo puede hallarse en la virtud. Nuestra edición escapó a Brunet, que cita la publicada por Ruelle con la misma fecha. Cubiertas faltantes y bisagras desgastadas. Título reparado en margen superior, márgenes laterales a veces algo cortos con daños en marginalia impresa. Procedencia: Renouard (placa manuscrita) y Ernest Stroehlin (placa).

141 

[Étienne DOLET]. CICERON.

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados

Podría interesarle

Escuela española, finales del siglo XV. "San Sebastián". Madera tallada y policromada. Medidas: 95 x 34 x 19,5 cm. Talla trabajada en bulto redondo, perteneciente al primer Renacimiento. El martirio de San Sebastián fue uno de los más representados durante el Renacimiento, ya que permitió a los artistas estudiar la anatomía de un cuerpo joven y desnudo. La escultura en cuestión presenta los elementos que más interesaban en la época: el modelado preciso de los miembros, la belleza anatómica, la musculatura flexible y la serenidad de un rostro que permanece ajeno al sufrimiento. Es más bien melancolía lo que transmite el semblante. La calidad de la talla es evidente en cada detalle: los senos curvados, el sensual drapeado de las ropas, el ligero movimiento de una pierna y la torsión de la rodilla. Nacido en la Galia y criado en Milán, Sebastián fue centurión de la primera cohorte en tiempos del emperador Diocleciano (finales del siglo III - principios del IV). Denunciado porque exhortaba a sus amigos Marcos y Marcelino a mantenerse firmes en su fe, por orden del emperador fue atado a un poste en el centro del Campo de Marte, y sirvió de diana viviente para los arqueros que le disparaban. Pero no murió por ello. La viuda Irene, que quería levantar su cuerpo para enterrarlo, se dio cuenta de que aún respiraba, le vendó las heridas y le salvó la vida. Una vez curado, reapareció ante Diocleciano para reprocharle su crueldad con los cristianos. Entonces fue azotado, golpeado hasta la muerte en el circo y su cadáver fue arrojado a la cloaca de Maximiano.