WILLIAM SWEETLOVE 'DER LEIBWÄCHTER' WILLIAM SWEETLOVE 1949 Ostende, Bélgica 'THE…
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WILLIAM SWEETLOVE 'DER LEIBWÄCHTER'

WILLIAM SWEETLOVE 1949 Ostende, Bélgica 'THE BODYGUARD' Madera, pintada policromada. Altura 22 cm, peso 1,7 kg. Firmado en el reverso y num. debajo '114/999'. Procedencia: Colección privada Niedersachsen.WILLIAM SWEETLOVE 1949 Ostende, Bélgica 'DER LEIBWÄCHTER' Madera, pintado policromado. Altura 22 cm, peso 1,7 kg. Firmado en el reverso y numerado "114/999" debajo del soporte. Procedencia: Colección privada Baja Sajonia.

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WILLIAM SWEETLOVE 'DER LEIBWÄCHTER'

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WILLIAM SWEETLOVE (Ostende, Bélgica, 1949). "El conejo azul". Resina sintética pintada de azul. Medidas: 2,20 x 2 x 1 m. Escultura redonda que representa un conejo monumental con una pátina final de color azul brillante. La expresividad de esta obra se muestra al espectador a través de un lenguaje de carácter kitsch, muy recurrente en la estética del post pop. Para ello, el artista parte de una imagen reconocible que reinterpreta desde un estilo personal, creando así una resignificación de la pieza. Tanto el color, la monumentalización como el material, resina sintética, nos acercan a la idea de producción en serie, industrialización y mercantilización, difuminando así la línea entre arte y producción en serie. Entre la alta y la baja cultura y cómo el creciente consumismo de la sociedad difumina esta barrera. William Sweetlove recurre a lo superficial, a través de una serie de variaciones sobre el mismo tema, con las que consigue crear fricción entre lo artificial y lo sustancial, difuminando por completo los límites entre juguete y obra de arte. William Sweetlove, de origen belga, es conocido por su obra cercana al dadaísmo y el surrealismo. Sus obras se han clasificado como arte pop, esculturas humorísticas que a primera vista pueden parecer "kitsch". Sin embargo, una mirada más atenta a su arte revela su papel como antídoto creativo contra la sobreproducción y el consumo excesivo de nuestra sociedad. Con sus animales clonados, William Sweetlove pretende despertar una mayor conciencia ecológica y nos insta a reflexionar sobre las consecuencias del cambio climático que desafía a la humanidad. A partir de su fascinación por los fósiles, Sweetlove desarrolló la necesidad de investigar a través de su arte. William Sweetlove ha expuesto en ferias de arte, galerías y museos de todo el mundo. Sus obras se encuentran en varias colecciones de arte privadas. También ha participado en diversas manifestaciones artísticas en todo el mundo con el grupo italiano Cracking Art, cuyo nombre hace referencia a las torres utilizadas para refinar petróleo. Este grupo es conocido por sus grandes esculturas de plástico, creadas como crítica al consumo de la sociedad actual. El descubrimiento y comercialización del poliéster inspira a Sweetlove a crear todo tipo de objetos cotidianos para preservarlos para el futuro. Hace objetos de arte con pan, verduras y ropa de moda, que simbolizan la fugacidad. También se fotografía a sí mismo y, sobre todo, a su abuela que, como toda actriz, retrata todo tipo de escenas que hace por primera vez en su vida. Más tarde, los grabados se untaron con resina plástica y se enterraron en cajas de madera. Diez años después fueron excavadas por arqueólogos.

WILLIAM SWEETLOVE (Ostende, Bélgica, 1949). "El conejo rojo". Resina sintética pintada de rojo. Medidas: 2 x 2,30 x 1 m. Escultura redonda que representa un conejo monumental con una pátina final de color rojo brillante. La expresividad de esta obra se muestra al espectador a través de un lenguaje de carácter kitsch, muy recurrente en la estética del post pop. Para ello, el artista parte de una imagen reconocible que reinterpreta desde un estilo personal, creando así una resignificación de la pieza. Tanto el color, la monumentalización como el material, resina sintética, nos acercan a la idea de producción en serie, industrialización y mercantilización, difuminando así la línea entre arte y producción en serie. Entre la alta y la baja cultura y cómo el creciente consumismo de la sociedad difumina esta barrera. William Sweetlove recurre a lo superficial, a través de una serie de variaciones sobre el mismo tema, con las que consigue crear fricción entre lo artificial y lo sustancial, difuminando por completo los límites entre juguete y obra de arte. William Sweetlove, de origen belga, es conocido por su obra cercana al dadaísmo y el surrealismo. Sus obras se han clasificado como arte pop, esculturas humorísticas que a primera vista pueden parecer "kitsch". Sin embargo, una mirada más atenta a su arte revela su papel como antídoto creativo contra la sobreproducción y el consumo excesivo de nuestra sociedad. Con sus animales clonados, William Sweetlove pretende despertar una mayor conciencia ecológica y nos insta a reflexionar sobre las consecuencias del cambio climático que desafía a la humanidad. A partir de su fascinación por los fósiles, Sweetlove desarrolló la necesidad de investigar a través de su arte. William Sweetlove ha expuesto en ferias de arte, galerías y museos de todo el mundo. Sus obras se encuentran en varias colecciones de arte privadas. También ha participado en distintas manifestaciones artísticas en todo el mundo con el grupo italiano Cracking Art, cuyo nombre hace referencia a las torres utilizadas para refinar petróleo. Este grupo es conocido por sus grandes esculturas de plástico, creadas como crítica al consumo de la sociedad actual. El descubrimiento y comercialización del poliéster inspira a Sweetlove a crear todo tipo de objetos cotidianos para preservarlos para el futuro. Hace objetos de arte con pan, verduras y ropa de moda, que simbolizan la fugacidad. También se fotografía a sí mismo y, sobre todo, a su abuela que, como toda actriz, retrata todo tipo de escenas que hace por primera vez en su vida. Más tarde, los grabados se untaron con resina plástica y se enterraron en cajas de madera. Diez años después fueron excavadas por arqueólogos.