PICASSO Pablo (1881 - 1973) Litografía " L'ADMIRATION " Firmada en piedra abajo …
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PICASSO Pablo (1881 - 1973)

Litografía " L'ADMIRATION " Firmada en piedra abajo a la derecha . Litografía sobre papel tejido de arcos según la obra del artista. Tamaño del papel : 39 x 28 cm . Formato :19 x 24cm. Podemos enviar sus lotes por correo certificado Colissimo por una tarifa plana de 40 € TTC Francia / 50 € Europa /70 € fuera de Europa (sólo para obras enrollables y excluyendo el seguro) bajo su única y entera responsabilidad. Para los cuadros y objetos enmarcados, presupuestos a petición.

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PICASSO Pablo (1881 - 1973)

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FEDERICO DE MADRAZO Y KUNTZ (Roma, 1815 - Madrid, 1894). "Retrato del II Marqués de Viluma", 1837. Óleo sobre lienzo. Presenta ligeros desperfectos en el marco. Firmado y fechado en la zona inferior derecha.Procedencia: Colecciones Viluma y Cheste, Madrid y colección particular, Segovia. Medidas: 87 x 71 cm; 110 x 93 cm (marco). Obra expuesta en: - Madrid, 1837, Academia de San Fernando. Bibliografía: - González López, Carlos; Federico de Madrazo y Kuntz, Madrid, 1981, pp. 141, cat. nº. 32. - González López, Carlos; Federico de Madrazo y Kuntz. Aportaciones al catálogo, Madrid, 1995, pp. 12-13, cat. nº. 32. - Díez García, José Luis; Federico de Madrazo y Kuntz (1815-1894), Madrid, Museo del Prado, 1994, p. 62. - Ochoa, Eugenio de, Galería de Españoles Célebres Contemporáneos, vol. VI, Madrid, 1841-1846. En este retrato del II marqués de Viluma, Madrazo demuestra su calidad artística y su habilidad. A pesar de ser una obra que pertenece a una época temprana del pintor, se aprecia una gran elegancia, rotundidad y sobriedad en la captación física y psicológica del protagonista. La obra sigue los modelos de la época impuestos en el género del retrato. Erguido y ligeramente girado en tres cuartos, el marqués dirige su mirada hacia el espectador mostrando orgullo, pero no arrogancia. Como es habitual, el fondo es neutro sin la presencia de ningún elemento que reste protagonismo a la figura principal, además tanto la gama cromática basada en una paleta de tonos oscuros, como la iluminación utilizada por Madrazo dotan de mayor relevancia estética al protagonista, ya que los únicos puntos de luz son su rostro rosado, el cuello de su camisa y ligeramente la manga y el resplandor de la Cruz de Calatrava y la Gran Cruz de Carlos III, que cuelgan de su pecho. La relación del protagonista con Madrazo se estableció a través de los padres del retratado; Ángela Ceballos Olarria y Joaquín González de La Pezuela, marqués de Viluma y Virey del Perú, que ya habían sido retratados por el artista un año antes. Hijo del pintor José de Madrazo, que también estuvo en Roma al servicio de Carlos IV en el exilio, Federico de Madrazo se trasladó con su familia a Madrid cuando su padre fue nombrado pintor de cámara de Fernando VII en 1819. Poco después se inauguró el Real Museo de Pinturas, institución que sería clave en la vida de Federico de Madrazo. Durante su infancia y juventud lo visitó frecuentemente con su padre, que fue de hecho el responsable del establecimiento litográfico del museo desde 1826, y su director entre 1838 y 1857. Pintor precoz, Federico de Madrazo fue admitido como académico de mérito en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando cuando sólo contaba dieciséis años. Durante estos años de juventud fundó con su hermano Pedro la revista "El Artista", que supuso una importante novedad romántica, y en la que Federico se encargaba de las ilustraciones. En 1832 marchó a París para estudiar pintura con Ingres, amigo de su padre. Allí adquirió un estilo romántico a la francesa. En 1840 continuó su formación en Roma, donde entró en contacto con los nazarenos y, en particular, con Overbeck, lo que reforzó sus dotes de dibujante, ya importantes en su estilo gracias a lo que había aprendido de su padre y de Ingres. Una obra ilustrativa de esta influencia nazarena en Madrazo es "Las Marías en el sepulcro". Dos años más tarde regresó a España, convirtiéndose en un pintor de gran prestigio, muy solicitado como retratista por la aristocracia madrileña. Pintor de cámara de la reina Isabel II, fue el gran retratista oficial de la época. Sus retratos se caracterizaban por la sencillez y naturalidad de sus modelos, y por una serenidad distante, íntimamente ligada al sentimiento romántico. Fue también director del Museo del Prado, cargo que desempeñó, aunque de forma interrumpida, durante treinta años, hasta su muerte. También dirigió la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Desarrolló una brillante carrera como pintor de historia y, sobre todo, como retratista, alcanzando gran prestigio en los círculos artísticos no sólo de Madrid, sino también de París y Roma. Su producción evoluciona desde una pintura donde predomina el purismo de la línea y el cuidadoso detallismo hacia una técnica más fluida y espontánea, de mayor profundidad expresiva. Federico de Madrazo está representado actualmente en el Museo del Prado, el Museo Nacional del Palacio de Versalles, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, la Fundación Lázaro Galdiano y el Museo Romántico de Madrid, entre otros. Obra expuesta en: - Madrid, 1837, Academia de San Fernando. Bibliografía: - González López, Carlos; Federico de Madrazo y Kuntz, Madrid, 1981, pp. 141, cat. nº. 32. - González López, Carlos; Federico de Madrazo y Kuntz. Aportaciones al catálogo, Madrid, 1995, pp. 12-13, cat. nº. 32. - Díez García, José Luis; Federico de Madrazo y Kuntz (1815-1894), Madrid,