Cuenco. Roma, siglo I a.C. Vidrio moldeado. Con bellas irisaciones. En buen estado de conservación. Procedencia: colección particular. Se adjunta certificado expedido en 1980. Medidas: 3 x 9,8 cm (diámetro). Cuenco destinado a contener cremas o ungüentos cosméticos. Se trata de una pieza de tocador femenino que posteriormente formó parte de un ajuar funerario o de enterramiento. El uso del vidrio comenzó a generalizarse a partir del siglo I d.C., tras el descubrimiento de la técnica del soplado hacia el 40 a.C., en la parte oriental de la costa mediterránea. Esta técnica supuso una gran revolución y se extendió rápidamente. El vidrio soplado ofrecía grandes ventajas sobre otros materiales, ya que no alteraba el sabor de los alimentos que contenía y era más impermeable que la terracota. Además, la técnica del soplado permitía fabricar piezas de formas y tamaños muy variados, y también producirlas con mayor rapidez. Por otra parte, las piezas de vidrio eran más fáciles de limpiar, por lo que pronto se convirtió en el material preferido para uso doméstico.