Null Dos frascos de perfumería. Roma, siglo I d.C.

Vidrio soplado con bellas ir…
Descripción

Dos frascos de perfumería. Roma, siglo I d.C. Vidrio soplado con bellas irisaciones. En excelente estado. Etiqueta antigua de colección. Se adjunta certificado expedido en 1981. Medidas: 6,6 x 6 cm y 7,5 x 5,5 cm. Estos dos frascos globulares de perfume tienen el cuello corto y la boca ancha. Ambas piezas presentan irregularidades en su superficie para que se adhieran mejor a la mano. Son artículos de tocador femenino y pueden haber formado parte de un ajuar funerario. El uso del vidrio comenzó a generalizarse a partir del siglo I d.C., tras el descubrimiento de la técnica del soplado hacia el 40 a.C. en la parte oriental de la costa mediterránea. Esta técnica supuso una gran revolución y se extendió rápidamente. El vidrio soplado ofrecía grandes ventajas sobre otros materiales, ya que no alteraba el sabor de los alimentos que contenía y era más impermeable que la terracota. Además, la técnica del soplado permitía fabricar piezas de formas y tamaños muy variados, y también producirlas con mayor rapidez. Por otra parte, las piezas de vidrio eran más fáciles de limpiar, por lo que pronto se convirtió en el material preferido para uso doméstico.

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Dos frascos de perfumería. Roma, siglo I d.C. Vidrio soplado con bellas irisaciones. En excelente estado. Etiqueta antigua de colección. Se adjunta certificado expedido en 1981. Medidas: 6,6 x 6 cm y 7,5 x 5,5 cm. Estos dos frascos globulares de perfume tienen el cuello corto y la boca ancha. Ambas piezas presentan irregularidades en su superficie para que se adhieran mejor a la mano. Son artículos de tocador femenino y pueden haber formado parte de un ajuar funerario. El uso del vidrio comenzó a generalizarse a partir del siglo I d.C., tras el descubrimiento de la técnica del soplado hacia el 40 a.C. en la parte oriental de la costa mediterránea. Esta técnica supuso una gran revolución y se extendió rápidamente. El vidrio soplado ofrecía grandes ventajas sobre otros materiales, ya que no alteraba el sabor de los alimentos que contenía y era más impermeable que la terracota. Además, la técnica del soplado permitía fabricar piezas de formas y tamaños muy variados, y también producirlas con mayor rapidez. Por otra parte, las piezas de vidrio eran más fáciles de limpiar, por lo que pronto se convirtió en el material preferido para uso doméstico.

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