Null Amuleto esquemático; Nicoya-Guanacaste, Costa Rica, 300-500 d.C.

Piedra. 
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Descripción

Amuleto esquemático; Nicoya-Guanacaste, Costa Rica, 300-500 d.C. Piedra. Medidas: 12,5 x 2,5 cm. Amuleto esquemático de cabeza de hacha hábilmente tallado. La forma representa una figura antropomorfa con pequeñas incisiones redondas. La Gran Nicoya es una región arqueológica que se extiende en el noroeste de Costa Rica y la costa pacífica de Nicaragua. El sector costarricense se conoce como Subregión Sur o Guanacaste, e incluye la península de Nicoya, la cuenca del río Tempisque y las sierras de Guanacaste y Tilarán. Se han encontrado vestigios de presencia humana en la zona desde el año 10000 a.C., y en el período Orosí (2000-500 a.C.) ya se construían pequeñas viviendas circulares y fogones, y también se han encontrado manos y metates de este período, así como algunas vasijas. Del periodo Tempisque (500 a.C.-300 d.C.) se han recuperado depósitos cerámicos y hornos, así como ajuares funerarios de todo tipo, incluidas piezas de jade. Por último, durante el periodo Bagaces, entre el 300 y el 800 d.C., ya existe una organización de jefaturas complejas, y los rituales funerarios se enriquecen enormemente. Es también el periodo de la decoración policroma de la cerámica, y los motivos presentarán influencias iconográficas de las culturas mesoamericanas.

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Amuleto esquemático; Nicoya-Guanacaste, Costa Rica, 300-500 d.C. Piedra. Medidas: 12,5 x 2,5 cm. Amuleto esquemático de cabeza de hacha hábilmente tallado. La forma representa una figura antropomorfa con pequeñas incisiones redondas. La Gran Nicoya es una región arqueológica que se extiende en el noroeste de Costa Rica y la costa pacífica de Nicaragua. El sector costarricense se conoce como Subregión Sur o Guanacaste, e incluye la península de Nicoya, la cuenca del río Tempisque y las sierras de Guanacaste y Tilarán. Se han encontrado vestigios de presencia humana en la zona desde el año 10000 a.C., y en el período Orosí (2000-500 a.C.) ya se construían pequeñas viviendas circulares y fogones, y también se han encontrado manos y metates de este período, así como algunas vasijas. Del periodo Tempisque (500 a.C.-300 d.C.) se han recuperado depósitos cerámicos y hornos, así como ajuares funerarios de todo tipo, incluidas piezas de jade. Por último, durante el periodo Bagaces, entre el 300 y el 800 d.C., ya existe una organización de jefaturas complejas, y los rituales funerarios se enriquecen enormemente. Es también el periodo de la decoración policroma de la cerámica, y los motivos presentarán influencias iconográficas de las culturas mesoamericanas.

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