Null Príapo. Helenismo, Grecia, siglos II - I a.C.

Mármol.

Procedencia: Colecc…
Descripción

Príapo. Helenismo, Grecia, siglos II - I a.C. Mármol. Procedencia: Colección privada, Londres, adquirida entre las décadas de 1960 y 1980. Buen estado de conservación, sin restauraciones. Ha perdido el antebrazo izquierdo y la parte inferior de las piernas. Medidas: 24 cm de altura. Esta escultura totalmente de mármol representa a Príapo, tallado en bulto redondo. Era un dios menor, una divinidad rústica de la fertilidad. Su principal atributo es un gran falo erecto, símbolo de la fuerza fecundadora de la naturaleza. Aquí se le muestra sonriente y envuelto en una túnica abierta que se desliza por sus hombros y deja al descubierto sus genitales. Durante el periodo helenístico, la escultura griega experimentó una gran transformación, que se hizo especialmente patente en la plasmación de las emociones. Esto se expresa magníficamente en el rostro risueño de nuestro Príapo. La escultura helenística representa el periodo final de la evolución de la escultura griega, y se desarrolló en el periodo comprendido entre la muerte de Alejandro Magno, en el 323 a.C., y la conquista de Egipto por los romanos, entre el 30 y el 31 a.C. Se trata de un lenguaje ecléctico, laico e historicista, que toma como punto de partida la herencia de la escultura clásica del periodo anterior, a la que se añaden nuevas influencias orientales. Supuso también la mejora de la representación de la anatomía y la expresividad emocional humana, así como un cambio fundamental en la estética, que deja de lado el ideal para representar al individuo, pasando de lo genérico a lo específico. Así, se abandona el ideal ético y pedagógico anterior en favor de un nuevo énfasis en los aspectos humanos cotidianos, en un arte que tendrá como finalidad principal la estética, aunque ocasionalmente también será propagandístico. Este nuevo interés por el hombre y su vida interior, sus emociones, problemas y anhelos, dará lugar a un estilo realista que ha de enfatizar lo dramático, lo prosaico y el movimiento. Además, el helenismo aportó los primeros retratos individualizados y verosímiles del arte occidental. La temática también se ampliará para incluir representaciones de la vejez y la infancia, deidades menores no olímpicas y personajes secundarios de la mitología, así como figuras populares en su quehacer cotidiano. Buen estado de conservación, sin restauraciones. Ha perdido el antebrazo izquierdo y la parte inferior de las piernas.

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Príapo. Helenismo, Grecia, siglos II - I a.C. Mármol. Procedencia: Colección privada, Londres, adquirida entre las décadas de 1960 y 1980. Buen estado de conservación, sin restauraciones. Ha perdido el antebrazo izquierdo y la parte inferior de las piernas. Medidas: 24 cm de altura. Esta escultura totalmente de mármol representa a Príapo, tallado en bulto redondo. Era un dios menor, una divinidad rústica de la fertilidad. Su principal atributo es un gran falo erecto, símbolo de la fuerza fecundadora de la naturaleza. Aquí se le muestra sonriente y envuelto en una túnica abierta que se desliza por sus hombros y deja al descubierto sus genitales. Durante el periodo helenístico, la escultura griega experimentó una gran transformación, que se hizo especialmente patente en la plasmación de las emociones. Esto se expresa magníficamente en el rostro risueño de nuestro Príapo. La escultura helenística representa el periodo final de la evolución de la escultura griega, y se desarrolló en el periodo comprendido entre la muerte de Alejandro Magno, en el 323 a.C., y la conquista de Egipto por los romanos, entre el 30 y el 31 a.C. Se trata de un lenguaje ecléctico, laico e historicista, que toma como punto de partida la herencia de la escultura clásica del periodo anterior, a la que se añaden nuevas influencias orientales. Supuso también la mejora de la representación de la anatomía y la expresividad emocional humana, así como un cambio fundamental en la estética, que deja de lado el ideal para representar al individuo, pasando de lo genérico a lo específico. Así, se abandona el ideal ético y pedagógico anterior en favor de un nuevo énfasis en los aspectos humanos cotidianos, en un arte que tendrá como finalidad principal la estética, aunque ocasionalmente también será propagandístico. Este nuevo interés por el hombre y su vida interior, sus emociones, problemas y anhelos, dará lugar a un estilo realista que ha de enfatizar lo dramático, lo prosaico y el movimiento. Además, el helenismo aportó los primeros retratos individualizados y verosímiles del arte occidental. La temática también se ampliará para incluir representaciones de la vejez y la infancia, deidades menores no olímpicas y personajes secundarios de la mitología, así como figuras populares en su quehacer cotidiano. Buen estado de conservación, sin restauraciones. Ha perdido el antebrazo izquierdo y la parte inferior de las piernas.

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