Null MIGUEL GÜELLES (c. 1607-1637). 

"La Virgen, Santa Ana y San Joaquín". 

Ól…
Descripción

MIGUEL GÜELLES (c. 1607-1637). "La Virgen, Santa Ana y San Joaquín". Óleo sobre lienzo. Cuenta con un informe emitido por Don Enrique Valdivieso. Presenta faltas y repintes en la superficie pictórica. Medidas: 251 x 180 cm. Durante el periodo barroco proliferaron numerosas imágenes de la Virgen, enriqueciendo sus representaciones iconográficas. No es habitual este tipo de escenas en las que la Virgen aparece junto a sus dos padres, ya que la infancia de María suele representarse a través de su nacimiento o de su presentación en el templo. En este caso, destaca la ternura con la que el autor ha representado a los personajes, mostrando una escena íntima donde unos padres mayores posan sus atentas miradas sobre una pequeña María. A pesar de la inocencia del rostro de la Virgen, el artista introduce a sus pies la figura del demonio con la manzana del pecado original en la boca, además tanto San Joaquín como Santa Ana sostienen y ofrecen a la joven símbolos marianos, el libro y los lirios indicando su destino y relevancia como reina del cielo. Estéticamente la calidad de las formas, el lenguaje veraz y naturalista a pesar de ser un tema de carácter divino y las tonalidades de la paleta de color recuerdan la pintura de Miguel Güelles, pintor barroco de origen español, documentado en Perú para la realización de una serie dedicada a santo Domingo de Guzmán, actualmente conservada la mayoría de ellas en el convento de Nuestra Señora del Rosario en Lima. También está documentado que trabajó en México hacia 1619, aunque posteriormente regresó a España para trabajar en Huelva y Carmona. También es conocido por su labor como examinador del oficio de pintor. Cuenta con un informe emitido por D. Enrique Valdivieso. Presenta faltas y Repintes en la superficie pictórica.

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MIGUEL GÜELLES (c. 1607-1637). "La Virgen, Santa Ana y San Joaquín". Óleo sobre lienzo. Cuenta con un informe emitido por Don Enrique Valdivieso. Presenta faltas y repintes en la superficie pictórica. Medidas: 251 x 180 cm. Durante el periodo barroco proliferaron numerosas imágenes de la Virgen, enriqueciendo sus representaciones iconográficas. No es habitual este tipo de escenas en las que la Virgen aparece junto a sus dos padres, ya que la infancia de María suele representarse a través de su nacimiento o de su presentación en el templo. En este caso, destaca la ternura con la que el autor ha representado a los personajes, mostrando una escena íntima donde unos padres mayores posan sus atentas miradas sobre una pequeña María. A pesar de la inocencia del rostro de la Virgen, el artista introduce a sus pies la figura del demonio con la manzana del pecado original en la boca, además tanto San Joaquín como Santa Ana sostienen y ofrecen a la joven símbolos marianos, el libro y los lirios indicando su destino y relevancia como reina del cielo. Estéticamente la calidad de las formas, el lenguaje veraz y naturalista a pesar de ser un tema de carácter divino y las tonalidades de la paleta de color recuerdan la pintura de Miguel Güelles, pintor barroco de origen español, documentado en Perú para la realización de una serie dedicada a santo Domingo de Guzmán, actualmente conservada la mayoría de ellas en el convento de Nuestra Señora del Rosario en Lima. También está documentado que trabajó en México hacia 1619, aunque posteriormente regresó a España para trabajar en Huelva y Carmona. También es conocido por su labor como examinador del oficio de pintor. Cuenta con un informe emitido por D. Enrique Valdivieso. Presenta faltas y Repintes en la superficie pictórica.

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