Null ROBERTO DOMINGO FALLOLA (París, 1883 - Madrid, 1956).

"Removiendo los barc…
Descripción

ROBERTO DOMINGO FALLOLA (París, 1883 - Madrid, 1956). "Removiendo los barcos". Óleo sobre lienzo. Firmado en la esquina inferior izquierda. Firmado y titulado al dorso. Medidas: 76 x 100 cm; 90 x 114 cm (marco). A juzgar por la tenue incisión de la luz en la escena, el autor nos sitúa en un momento crepuscular en el que un grupo de personajes ata a sus barcas a un grupo de bueyes, con la intención de que, como el propio Roberto Domingo indica en el título, retiren las barcas, entregando así el material pescado ese día. El magistral ejercicio plástico desplegado por el artista queda reflejado en el uso de una pincelada rápida, cuya espontaneidad y dinamismo queda patente en las hinchadas velas de las barcas. Todo ello enmarcado en una atmósfera anhelante y melancólica en la que el autor utiliza gamas tonales que oscilan entre los azules y los grises, aunque el artista también se atreve a introducir tonos rojizos y violáceos en los personajes situados en primer plano. Domingo comenzó su formación artística en París con su padre, el pintor Francisco Domingo Marqués. Allí también conoció de primera mano el impresionismo francés. En 1906 se trasladó a Madrid e ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde fue discípulo de Antonio Muñoz Degraín. Participó en exposiciones nacionales y extranjeras, obteniendo la tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1908, la segunda en la edición de 1910 y la primera en 1915. En 1911 expuso individualmente en Roma, en el Pabellón de Bellas Artes. También expuso de forma continuada en varias galerías españolas y londinenses, como Baillie y Tooth. Pintor costumbrista, se especializó en temas taurinos, lo que le proporcionó gran fama y prestigio. Su obra se caracteriza por la expresividad de la mancha y el trazo, captando la realidad a través de una sensibilidad que entronca con la tradición de Goya, Lucas y Alenza. La espontaneidad, fluidez y dinamismo de su obra se debe en gran medida a su capacidad para memorizar la realidad en su retina y trasladarla después al cuadro con su propio matiz, simplificando las líneas y diluyendo los colores. Esta vibrante emoción también fue apreciada por grandes artistas internacionales de la época, como John Singer Sargent y Gerald Kelly, que se contaban entre sus clientes. Roberto Domingo está representado en el Museo del Prado, el Museo de Bellas Artes de Granada, el Museo Provincial de Cádiz, el Museo Municipal de Madrid, el Museo Taurino de Las Ventas de Madrid, La Maestranza de Sevilla, Valencia y Viana de Cega (Valladolid), el Museo del Dibujo del Castillo de Larrés (Huesca) y los Museos de La Habana y Hemingway de Cuba, entre otros muchos.

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ROBERTO DOMINGO FALLOLA (París, 1883 - Madrid, 1956). "Removiendo los barcos". Óleo sobre lienzo. Firmado en la esquina inferior izquierda. Firmado y titulado al dorso. Medidas: 76 x 100 cm; 90 x 114 cm (marco). A juzgar por la tenue incisión de la luz en la escena, el autor nos sitúa en un momento crepuscular en el que un grupo de personajes ata a sus barcas a un grupo de bueyes, con la intención de que, como el propio Roberto Domingo indica en el título, retiren las barcas, entregando así el material pescado ese día. El magistral ejercicio plástico desplegado por el artista queda reflejado en el uso de una pincelada rápida, cuya espontaneidad y dinamismo queda patente en las hinchadas velas de las barcas. Todo ello enmarcado en una atmósfera anhelante y melancólica en la que el autor utiliza gamas tonales que oscilan entre los azules y los grises, aunque el artista también se atreve a introducir tonos rojizos y violáceos en los personajes situados en primer plano. Domingo comenzó su formación artística en París con su padre, el pintor Francisco Domingo Marqués. Allí también conoció de primera mano el impresionismo francés. En 1906 se trasladó a Madrid e ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde fue discípulo de Antonio Muñoz Degraín. Participó en exposiciones nacionales y extranjeras, obteniendo la tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1908, la segunda en la edición de 1910 y la primera en 1915. En 1911 expuso individualmente en Roma, en el Pabellón de Bellas Artes. También expuso de forma continuada en varias galerías españolas y londinenses, como Baillie y Tooth. Pintor costumbrista, se especializó en temas taurinos, lo que le proporcionó gran fama y prestigio. Su obra se caracteriza por la expresividad de la mancha y el trazo, captando la realidad a través de una sensibilidad que entronca con la tradición de Goya, Lucas y Alenza. La espontaneidad, fluidez y dinamismo de su obra se debe en gran medida a su capacidad para memorizar la realidad en su retina y trasladarla después al cuadro con su propio matiz, simplificando las líneas y diluyendo los colores. Esta vibrante emoción también fue apreciada por grandes artistas internacionales de la época, como John Singer Sargent y Gerald Kelly, que se contaban entre sus clientes. Roberto Domingo está representado en el Museo del Prado, el Museo de Bellas Artes de Granada, el Museo Provincial de Cádiz, el Museo Municipal de Madrid, el Museo Taurino de Las Ventas de Madrid, La Maestranza de Sevilla, Valencia y Viana de Cega (Valladolid), el Museo del Dibujo del Castillo de Larrés (Huesca) y los Museos de La Habana y Hemingway de Cuba, entre otros muchos.

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