Null "L'architecture religieuse et la sculpture baroques dans les pays-bas mérid…
Descripción

"L'architecture religieuse et la sculpture baroques dans les pays-bas méridionaux et la principauté de liége 1600-1770", Paul Philippot, Denis Coekelberghs, Pierre Loze, Dominique Vautier, Ed. Mardaga, 2003, libro en estuche.

72 
Online

"L'architecture religieuse et la sculpture baroques dans les pays-bas méridionaux et la principauté de liége 1600-1770", Paul Philippot, Denis Coekelberghs, Pierre Loze, Dominique Vautier, Ed. Mardaga, 2003, libro en estuche.

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados

Podría interesarle

Escuela española; primera mitad del siglo XVII. "Bendición del Niño Jesús". Madera tallada y policromada. Medidas: 74 x 37 x 23 cm. La base que eleva la figura presenta una elaborada decoración basada en elementos inspirados en la arquitectura, con líneas muy movidas que aluden a su pertenencia al Barroco. El Niño está descalzo, apoyando los pies sobre un cojín tallado. Desnudo, el Niño levanta una de sus manos en gesto de bendición, de forma sutil, armonizando con el gesto del rostro. El cabello rizado aporta movimiento al rostro, sereno y serio, con la mirada al frente y los rasgos finos y delicados. Se trata de una talla magníficamente trabajada a nivel anatómico, en un estilo de transición entre el Renacimiento y el Barroco, que se aprecia en la idealización del canon, su sutil contrapunto, acompañado sin embargo de un claro interés naturalista en la representación de los tonos de la carne. Asimismo, el rostro del niño, con sus grandes ojos y sus labios carnosos perfilados, es extremadamente expresivo. Hay que destacar, por un lado, la importante policromía de la escultura, del barroco florido, y, por otro, el parecido con ciertas obras del círculo de Gaspar Núñez Delgado, escultor de origen abulense activo en Sevilla, entre 1581 y 1606. Este tipo de tallas fueron muy comunes en iglesias, conventos, monasterios y capillas privadas, con especial preferencia por ellas en los organismos y ámbitos femeninos por considerar la devoción al Niño una más propia del género femenino. Asimismo, era muy común esculpir a Jesús de cuerpo entero desnudo, lo que permitía vestirlo con telas para darle mayor realismo. La escultura barroca española es uno de los ejemplos más auténticos y personales de nuestro arte, porque su concepción y forma de expresión surgieron de las personas y de los sentimientos más profundos que anidaban en ellas. Con la economía del Estado quebrada, la nobleza en decadencia y el alto clero agobiado por los pesados impuestos, fueron los monasterios, las parroquias y las cofradías de clérigos y seglares quienes promovieron su desarrollo, financiándose las obras a veces por suscripción popular. La escultura se vio así obligada a encarnar los ideales imperantes en estos ambientes, que no eran otros que los religiosos, en un momento en que la doctrina contrarreformista exigía del arte un lenguaje realista para que los fieles comprendieran y se identificaran con lo representado, y una expresión dotada de un intenso contenido emocional para aumentar el fervor y la devoción del pueblo. El tema religioso es, por tanto, el preferido de la escultura española de este periodo, que en las primeras décadas del siglo comenzó con un interés prioritario por la captación de lo natural, para intensificar progresivamente a lo largo de la centuria la expresión de valores expresivos.