Descripción
Dos pulseras para el pelo, ambos cierres adornados con camafeos de hombres de la Antigüedad sobre metal dorado. Una bisagra dañada. Pelo con manchas. Ancho: 37 mm. Largo: 18 cm. En el siglo XIX, las madres guardaban un recuerdo de sus hijos (cabellos, trozos de tela, retratos, etc.) que guardaban en secreto dentro de relicarios o en broches, anillos o pulseras hechos con una obra maestra del tejido del cabello.
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Dos pulseras para el pelo, ambos cierres adornados con camafeos de hombres de la Antigüedad sobre metal dorado. Una bisagra dañada. Pelo con manchas. Ancho: 37 mm. Largo: 18 cm. En el siglo XIX, las madres guardaban un recuerdo de sus hijos (cabellos, trozos de tela, retratos, etc.) que guardaban en secreto dentro de relicarios o en broches, anillos o pulseras hechos con una obra maestra del tejido del cabello.
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