Null TAZA Y PLATILLO RUSOS, MANUFACTURA IMPERIAL DE PORCELANA, SAN PETERSBURGO, …
Descripción

TAZA Y PLATILLO RUSOS, MANUFACTURA IMPERIAL DE PORCELANA, SAN PETERSBURGO, PERIODO DE ALEJANDRO II (1855-1881) taza cilíndrica con asa angular pintada con un retrato oval en grisalla de la Gran Duquesa Maria Alexandrovna flanqueado por bordes dorados, taza y plato hondo ambos con bordes dorados y fondo gris tórtola, parte inferior con la cifra imperial de Alejandro II en verde y el número "7", taza de 7 cm de altura, plato de 13 cm de diámetro. La Gran Duquesa María Alejandrovna de Rusia (1853-1920) fue la única hija superviviente y, al parecer, la favorita del zar Alejandro II. Se casó con el hijo de la reina Victoria, Alfredo, en 1874, convirtiéndose en duquesa de Edimburgo y más tarde en duquesa de Sajonia-Coburgo y Gotha. Su cariñoso padre le regaló una asombrosa colección de joyas al casarse, al parecer para envidia de la familia real británica. Sin embargo, no se adaptó bien a la vida fuera de Rusia ni parece que su matrimonio fuera feliz. A los 46 años perdió a su marido y pasó su viudez viajando por todo el mundo, aunque también residió en Alemania y Francia. Víctima de la división de lealtades durante la Primera Guerra Mundial, se exilió en Suiza. Gran parte de su fortuna estaba en fideicomiso en Rusia, y la pérdida de ésta tras la revolución la obligó a vender sus famosos diamantes.

30 

TAZA Y PLATILLO RUSOS, MANUFACTURA IMPERIAL DE PORCELANA, SAN PETERSBURGO, PERIODO DE ALEJANDRO II (1855-1881) taza cilíndrica con asa angular pintada con un retrato oval en grisalla de la Gran Duquesa Maria Alexandrovna flanqueado por bordes dorados, taza y plato hondo ambos con bordes dorados y fondo gris tórtola, parte inferior con la cifra imperial de Alejandro II en verde y el número "7", taza de 7 cm de altura, plato de 13 cm de diámetro. La Gran Duquesa María Alejandrovna de Rusia (1853-1920) fue la única hija superviviente y, al parecer, la favorita del zar Alejandro II. Se casó con el hijo de la reina Victoria, Alfredo, en 1874, convirtiéndose en duquesa de Edimburgo y más tarde en duquesa de Sajonia-Coburgo y Gotha. Su cariñoso padre le regaló una asombrosa colección de joyas al casarse, al parecer para envidia de la familia real británica. Sin embargo, no se adaptó bien a la vida fuera de Rusia ni parece que su matrimonio fuera feliz. A los 46 años perdió a su marido y pasó su viudez viajando por todo el mundo, aunque también residió en Alemania y Francia. Víctima de la división de lealtades durante la Primera Guerra Mundial, se exilió en Suiza. Gran parte de su fortuna estaba en fideicomiso en Rusia, y la pérdida de ésta tras la revolución la obligó a vender sus famosos diamantes.

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados