Anton Graff GRAFF, ANTON
1736 Winterthur - 1813 Dresde

Título: Retrato de Johan…
Descripción

Anton Graff

GRAFF, ANTON 1736 Winterthur - 1813 Dresde Título: Retrato de Johann Gottfried Herder (1744-1803). Fecha: 1790s. Técnica: Óleo sobre lienzo. Medidas: 71,5 x 57,5 cm. Marco: Enmarcado. Literatura: E. Berckenhagen: Anton Graff. Leben und Werk, Berlín 1967, p. 392, nr. 1565. Procedencia: Propiedad privada, Alemania. Agradecemos a Helmut Börsch-Supan, Berlín, la confirmación de la atribución de este retrato a Anton Graff a partir de una fotografía de alta resolución. Börsch-Supan se refiere al retrato de Johann Gottfried Herder de la Gleimhaus de Halberstadt representado por Berckenhagen y considera el presente cuadro como un nuevo descubrimiento. Es normal que un retrato represente lo más fielmente posible al retratado. Sin embargo, la gran habilidad del retratista excepcional reside en visualizar no sólo la apariencia externa, sino también la naturaleza y el carácter del modelo. Cuando esto se consigue, el retrato transmite una personalidad integral que trasciende las fronteras del tiempo y confiere a la persona retratada la inmediatez de un contemporáneo. El suizo Anton Graff fue el retratista más destacado del siglo XVIII en el mundo de habla alemana. Durante su formación de tres años en la escuela de dibujo de Schellenberg, en Winterthur, ya se había especializado en el retrato. A los 20 años se trasladó al sur de Alemania. Viajó a Augsburgo, Ansbach y Ratisbona, donde ya trabajaba de forma independiente, pero también completó su formación. Su encuentro con el pintor de la corte bávara Désmarées en Schleißheim tuvo una importancia decisiva para Graff. También lo fue su acceso a grandes colecciones de pintura, donde pudo estudiar obras de destacados retratistas como Pesne, Rigaud y Kupetzky. El joven Graff llamó la atención y, en 1766, le ofrecieron un puesto permanente como pintor de la corte. Este nombramiento supuso el despegue definitivo de Anton Graff. Dignatarios y políticos, aristócratas y militares, grandes intelectuales y actores querían ser pintados por Anton Graff. Y la demanda no sólo era alta en Dresde. Graff negoció un requisito de asistencia limitada en su contrato de trabajo, lo que le permitió viajar y pintar personalidades también en otras ciudades. En Carlsbad, en 1785, retrató también a Johann Gottfried Herder, el gran polímata que desde 1776 trabajaba en Weimar como teólogo, filósofo, escritor, historiador de la cultura, antropólogo y traductor. Junto con Goethe, Schiller y Wieland, formó el centro intelectual de la corte de las musas de Weimar. El retrato pintado por Anton Graff en 1785 (Gleimhaus, Halberstadt) muestra al erudito de 41 años como un retrato de busto sin peluca. Por una carta de Friedrich Schiller se sabe que Herder no estaba del todo satisfecho con este cuadro. Schiller también criticó la falta de seriedad de este retrato anterior. En el cuadro que aquí se presenta, el famoso pensador aparece varios años mayor. Basándose en varios retratos de Herder realizados por Angelika Kaufmann (1789), Johann Heinrich Tischbein (1796/1800), Gerhard von Kügelgen (1799) y Friedrich Rehberg (1800), se puede suponer que fue pintado unos 10 años después del primer retrato, es decir, hacia 1795. Un dibujo a la tiza de formato oval atribuido a Graff, que podría ser un dibujo preparatorio para nuestro retrato, se vendió en subasta en Berna en 1950 y 1955. "Retrato de busto con falda oscura y jabot blanco, ojos vueltos hacia el espectador". El tratamiento de la luz en este cuadro es sorprendente: el cuerpo de Herder con la falda negra se funde casi sin contraste con el fondo, que se mantiene muy oscuro en los bordes. El rostro ovalado con la frente alta bajo la peluca empolvada está girado hacia el espectador en tres cuartos de perfil. El cuello de color marfil con jabot aumenta la concentración de luz en el centro del cuadro. La iluminación frontal de estas partes cruciales del cuadro es absorbida por la iluminación parcial del fondo, que Graff ha realizado de forma muy pictórica. El filósofo no proyecta ninguna sombra visible; aparece delante de esta parte luminosa del fondo con una presencia inmensa. Este detalle estilístico aparece en la obra de Graff en otros cuadros de principios de la década de 1790, lo que apoya la datación propuesta para nuestro cuadro. En su mano izquierda, Herder sostiene un documento que le identifica atributivamente como hombre de palabra (escrita). Es un detalle interesante que sólo se vea una de las manos del filósofo. El (elevado) precio acordado para encargar un retrato a Anton Graff se incrementaba si se querían mostrar las manos, cobrándose cada una de ellas individualmente. Este retrato de Johann Gottfried Herder era desconocido hasta ahora. Muestra al erudito, cuyas ideas siguen teniendo repercusión incluso hoy en día, como un personaje accesible y amable, con una mirada clara e intensa desde unos ojos profundos y oscuros. La imagen resultante es algo más austera que la pintura de Graff de 1785, lo que presumiblemente agradó a su interlocutor. Gastos de envío estimados para

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