1959 Porsche 356 A Descapotable D Sin reserva Matrícula sueca Nº de chasis 086248 - Restauración de calidad - Uno de los 1331 ejemplares del Convertible D - Preciosa combinación de colores originales - Toda la pureza del Porsche 356 de los años 50 - Sin reserva El 356 Convertible D era el descendiente directo del 356 Speedster, tomando su forma y añadiendo algunas características de confort como un parabrisas más alto y ventanillas escamoteables. Al igual que su predecesor, estaba destinado principalmente al mercado americano, y fue allí donde se envió el coche que presentamos, saliendo de fábrica en mayo de 1959 y entregado directamente a Max Hoffman, importador de Porsche en Nueva York. Eso es lo que se menciona en la hoja de construcción, que también señala la presencia de parachoques estadounidenses. También tenemos un Certificado de Título de 1972 a nombre de James Clark en Arizona, que fue cancelado en 1994 cuando el coche fue importado a Alemania. El coche permaneció en Alemania hasta 2015, cuando fue adquirido por Staffan Wittmark y llevado a Suecia. Este Porsche 356 Convertible D fue restaurado durante su estancia en Estados Unidos, y la durabilidad del trabajo realizado es prueba de la seriedad con la que se llevó a cabo. La alineación de las puertas es muy satisfactoria y la pintura original 'Silbermetall' es magnífica. El maletero delantero también está muy bien presentado, con kit de herramientas y gato. El compartimento trasero está equipado con un motor cuyo cárter no tiene ningún número estampado. El coche estaba equipado originalmente con el motor número 83864. La capota negra es completamente nueva y el atractivo interior cuenta con asientos cuidadosamente retapizados en su tono original de imitación al rojo. El cuentakilómetros marca 47.669 km y una radio de época completa este homogéneo conjunto. Con sus líneas aún fluidas y puras, este 356 Convertible D, que luce exactamente la misma combinación de colores que el Roadster 1960 de la colección W, encarna la promesa de momentos de gran placer al volante o en reuniones de coches clásicos donde figurará entre los más admirados. - Restauración antigua de alta calidad - Uno de los 1331 Convertible D construidos - Atractiva combinación de colores originales - Toda la pureza de los Porsche 356 de los años 50 - Sin reserva El 356 Convertible D era el descendiente directo del 356 Speedster, manteniendo su forma general pero añadiendo algunas características de confort como un parabrisas más alto y ventanillas enrollables. Al igual que su predecesor, estaba destinado principalmente al mercado norteamericano, y éste fue de hecho el destino del coche que presentamos. Salió de la fábrica en mayo de 1959 y fue entregado directamente a Max Hoffman, el importador de Porsche en Nueva York. Así se menciona en su ficha de fabricación, en la que también se indica la instalación de parachoques estadounidenses. También tenemos un Certificado de Título de 1972, a nombre de James Clark, en Arizona; este fue cancelado en 1994 cuando el coche fue importado a Alemania. Allí permaneció hasta 2015, cuando lo compró Staffan Wittmark, que lo envió a Suecia. El Porsche fue restaurado durante su estancia en Estados Unidos y la forma en que el trabajo realizado ha resistido el paso del tiempo da fe del cuidado que se le ha dedicado. Los huecos entre paneles son muy satisfactorios y la pintura "Silbermetall", como se especificó originalmente, es magnífica. El maletero delantero, con el juego de herramientas y el gato, también presenta un buen aspecto. En la parte trasera, no hay ningún número estampado en el cárter del motor ahora instalado. Originalmente, el coche tenía el número de motor 83864. La capota negra es nueva y el atractivo interior presenta asientos cuidadosamente tapizados en símil de cuero rojo, su color original. El cuentakilómetros marca 47.669 km y una radio de época redondea este armonioso conjunto. Con su diseño todavía fluido y puro, este 356 Convertible D, acabado en la misma combinación de colores que el Roadster 1960 de la Colección W, promete momentos de gran placer al volante o en reuniones de coches clásicos, donde estará entre los modelos más admirados.