Null Exceptional Hispanic Muslim Capital called honeycomb, Islamic work Hispanic…
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Exceptional Hispanic Muslim Capital called honeycomb, Islamic work Hispanic Arab Umayyad period 12th to 13th centuries In carved stone and measures 30 x 23 x 23 cm. Provenance: important private collection, Madrid.

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Exceptional Hispanic Muslim Capital called honeycomb, Islamic work Hispanic Arab Umayyad period 12th to 13th centuries In carved stone and measures 30 x 23 x 23 cm. Provenance: important private collection, Madrid.

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ISMAEL SMITH MARÍ (Barcelona, 1886 - Nueva York, 1972). "Desnudos femeninos". Lápiz sobre papel. Firmado con sello en la esquina superior izquierda. Presenta manchas de óxido. Medidas: 30 x 23 cm; 60 x 49,5 cm (marco). Escultor, dibujante y grabador, fue uno de los primeros artistas considerados novecentistas por Eugenio D'Ors. Formado en la Escuela de La Lonja de Barcelona y en la Academia Baixas, fue alumno de los escultores Benlliure, Querol, Vallmitjana y Llimona. Premiado en un concurso para artistas noveles en el Ateneo Barcelonés en 1903, en 1906 expuso en la Sala Parés. Obtiene segunda y tercera medalla en la V Exposición Internacional de Bellas Artes de Barcelona, en 1907, y segunda medalla en la VI, en 1911. En 1910 viaja a París becado por el Ayuntamiento de Barcelona. Entre 1913 y 1914 estudia en la Escuela Nacional de Artes Decorativas de la capital francesa, y a continuación inicia una serie de viajes a Inglaterra y Estados Unidos, realizando numerosas exposiciones. En 1918 se instaló definitivamente en Nueva York, donde colaboró con la Hispanic Society. En 2005 la Fundación Palau le dedicó una retrospectiva. Las matrices de sus grabados se conservan en la Unidad Gráfica de la Biblioteca de Cataluña y en la Calcografía Nacional de Madrid. Muchos de sus grabados se encuentran también en el British Museum de Londres, y además está representado en el Museo Reina Sofía de Madrid, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, el MoMA de Nueva York, la Calcografía Nacional de Madrid y la Biblioteca de Cataluña.

LUIS GRANER ARRUFÍ (Barcelona, 1863 - 1929). "El castaño". Óleo sobre lienzo. Firmado en la esquina inferior derecha. Presenta craqueladuras. Medidas: 50 x 36 cm; 68 x 56 cm (marco). Luis Graner se formó en la Escuela de La Lonja de Barcelona, donde fue discípulo de Benito Mercadé y Antonio Caba, y en 1886 se traslada a París gracias a una beca de la Diputación de Barcelona. Durante sus cinco años en la capital francesa obtiene dos terceras medallas en las Exposiciones Universales de Barcelona (1888) y París (1889). Instalado de nuevo en Barcelona en 1891, continuó participando en importantes exposiciones internacionales, como las de Berlín (1891), Munich (1892), Dusseldorf (1904). También envió obras a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, obteniendo una tercera medalla en 1895 y 1897, una segunda en 1901 y una condecoración en 1904. Ese mismo año Graner creó la Sala Mercè, diseñada por Gaudí, donde organizaba sus "visiones musicales", espectáculos que combinaban la poesía con la música, la escenografía con el cine. Finalmente, arruinado, se trasladó a América. Llegó a Nueva York en 1910, y ese mismo año celebró una exposición individual en la Edward Brandus Gallery. El éxito de esta exposición le valió a Graner importantes encargos, entre ellos el retrato del magnate Carlos B. Alexander. Tras pasar cinco meses en Barcelona, Graner partió de nuevo hacia Nueva York, siendo su destino final La Habana. En 1911 abandonó Cuba rumbo a Nueva Orleans, y poco después ya se encontraba en San Francisco. Allí inauguró una exposición de setenta y seis cuadros, celebrada en el California Club, que fue la mayor muestra individual celebrada hasta la fecha en la ciudad. Durante este mismo periodo pintó varios tapices para el director de cine David W. Griffith. Antes de finalizar el año está de vuelta en Nueva York, donde vuelve a exponer individualmente con gran éxito. Sigue pintando retratos de importantes figuras nacionales, y en 1912 celebra otra exposición clave, esta vez en The Ralston Galleries (Nueva York). En los años siguientes continuará con su brillante carrera internacional en Brasil y Chile, para finalmente regresar a Estados Unidos, donde permanecerá debido al estallido de la Gran Guerra, pasando por Nueva York, Nueva Orleans, Chicago y otras ciudades, exponiendo siempre su pintura con gran éxito. En los años veinte viajó a Argentina, Uruguay y Cuba, y finalmente en Nueva Orleans quedó postrado por una grave enfermedad que dañó irreparablemente su mente, transformando también su obra, que perdió la fuerza y trascendencia de sus etapas anteriores. Arruinado y enfermo, incapaz de encontrar mercado para sus cuadros, regresó finalmente a Barcelona en 1928, poco antes de su muerte, tras dieciocho años de gloria que acabaron en penuria. Ese mismo año expuso individualmente en el Hotel Ritz y en las Galerías Layetanas de Barcelona, y a finales de año realizó una importante retrospectiva en la Sala Parés, antes de fallecer definitivamente en mayo de 1929 a los sesenta y seis años. Su obra está presente en el Museo del Prado, el MACBA de Barcelona, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, la Hispanic Society de Nueva York y el Museo Balaguer de Vilanova i la Geltrú, entre otros, así como en importantes colecciones privadas catalanas.

JOAQUÍN SOROLLA Y BASTIDA (Valencia, 1863 - Cercedilla, Madrid, 1923). "Paisaje de sierra", c. 1887-1889. Óleo sobre tabla. Agradecemos a Blanca Pons Sorolla su ayuda en el peritaje de la obra. Próximamente la obra será incluida en el catálogo razonado del artista (nº BPS-3860). Medidas: 14 x 11 cm; 47 x 43 cm (marco). Este cuadro pertenece a un periodo seminal de la producción de Sorolla, concretamente a la etapa en la que residió en Roma, periodo clave para su formación. Podemos apreciar en este paisaje intimista magistralmente resuelto donde el artista ya está definiendo una pincelada suelta y vibrante que le llevará al pleno y justo reconocimiento de su inconfundible técnica. La expresividad es máxima gracias a los hábiles toques que combinan pinceladas rápidas y quebradas con una paleta de ocres y marrones en sabio contraste con los tonos claros de las carnaciones y los blancos drapeados. Ya en su época escolar, Joaquín Sorolla mostró su afición por el dibujo y la pintura, asistiendo por las tardes a las clases de dibujo que impartía el escultor Cayetano Capuz en la Escuela de Artesanos. Premiado al finalizar sus estudios preliminares en la Escuela Normal Superior, ingresó en la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia en 1879. Además, durante sus visitas a Madrid en 1881 y 1882, copió cuadros de Velázquez, Ribera y El Greco en el Museo del Prado. Dos años más tarde obtuvo un gran éxito en la Exposición Nacional de Bellas Artes con un cuadro de historia, lo que le animó a solicitar una beca para estudiar en la Academia Española de Bellas Artes de Roma. Conseguido su objetivo, en 1885 Sorolla partió hacia Roma, permaneciendo en París varios meses antes de llegar. En la capital francesa le impresionaron los cuadros de los realistas y los pintores que trabajaban al aire libre. Al término de sus años en Roma regresó a Valencia en 1889, estableciéndose en Madrid al año siguiente. En 1892 Sorolla muestra una nueva preocupación en su arte, interesándose por los problemas sociales al representar la triste escena de "¡Otra Margarita!", premiada con una medalla de primera clase en el Nacional, y al año siguiente en el Internacional de Chicago. Esta sensibilidad permanecerá en su obra hasta finales de la década, en sus actuaciones en la costa valenciana. Poco a poco, sin embargo, el maestro valenciano abandonará los temas de niños infelices que vemos en "Triste herencia", que había sido premiada en la Exposición Universal de París en 1900 y en la Nacional de Madrid un año después. Animado por el éxito de sus resplandecientes imágenes del Mediterráneo, y estimulado por su amor a la luz y la vida de sus soleadas playas, se centró en estas escenas en sus obras, más alegres y agradables, con las que alcanzaría fama internacional. En 1906 celebró su primera exposición individual en la Galería George Petit de París, donde también demostró sus dotes como retratista. En 1908, el norteamericano Archer Milton Huntington, impresionado por la exposición del artista en la Grafton Gallery de Londres, quiso adquirir dos de sus obras para su Hispanic Society. Un año más tarde, él mismo invitó a Sorolla a exponer en su institución, lo que dio lugar a una exposición en 1909 que fue un gran éxito. La relación entre Huntington y Sorolla desembocó en el encargo más importante de la vida del pintor: la creación de los inmensos lienzos destinados a ilustrar, en los muros de la Hispanic Society, las regiones de España. Tratando de captar la esencia de las tierras y gentes de su país, Sorolla viajó por toda España entre 1911 y 1919, sin dejar de realizar exposiciones. Incapacitado por un ataque de hemiplejía en 1921, Sorolla murió dos años después, sin ver su gran "Visión de España", que no se instalaría hasta 1926. Actualmente está representado en el Museo del Prado y el que lleva su nombre de Madrid, el Metropolitan de Nueva York, el Museo de Orsay de París, el J. Paul Getty de Los Ángeles, los museos de Bellas Artes de Bilbao y Valencia, la National Portrait Gallery de Londres y muchos otros. Agradecemos a Blanca Pons Sorolla su ayuda en el análisis pericial de la obra. La obra se incluirá próximamente en el catálogo razonado del artista (nº BPS-3860).