Null CULTIVO DE FRUTAS -- DIEL, A.F.A. Ueber die Anlegung einer Obstorangerie in…
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CULTIVO DE FRUTAS -- DIEL, A.F.A. Ueber die Anlegung einer Obstorangerie in Scherben und die Vegetation der Gewächse. Frankf. a/M., In der Andreaischen Buchhandlung, 1798. (2), iv, 492 pp. W. engr. vignette on ti.-p. and 3 fold. engr. at end (1 cold. by hand). Sm-8°. Cont. hcf. (Lomo seco y algo gastado). -- Añadido: H.R. DIECKER. Der Obstgärtner im Zimmer oder Anweisung zur Erziehung und Haltung aller Arten tragbarer Obst-Bäume in Töpfen. Passau, P. Pustet, 1826. 348 pp. Sm-8°. Cl. antigua (Huellas de uso). -- (2).

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CULTIVO DE FRUTAS -- DIEL, A.F.A. Ueber die Anlegung einer Obstorangerie in Scherben und die Vegetation der Gewächse. Frankf. a/M., In der Andreaischen Buchhandlung, 1798. (2), iv, 492 pp. W. engr. vignette on ti.-p. and 3 fold. engr. at end (1 cold. by hand). Sm-8°. Cont. hcf. (Lomo seco y algo gastado). -- Añadido: H.R. DIECKER. Der Obstgärtner im Zimmer oder Anweisung zur Erziehung und Haltung aller Arten tragbarer Obst-Bäume in Töpfen. Passau, P. Pustet, 1826. 348 pp. Sm-8°. Cl. antigua (Huellas de uso). -- (2).

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Louis ARAGON (1897-1982). Manuscrito autógrafo firmado, De Gérard Philipe, [1959]; 4 páginas en 4 con tachaduras y correcciones. Texto muy fino sobre la muerte de Gérard Philipe (25 de noviembre de 1959). "Perdican ha muerto. Porque pudimos darle el hábito del Cid para que por fin pudiera dormir, el Cid no muere, envejece? [...] ¿Por qué, entre todos estos personajes de coraje loco o de perversidad, de grandeza o de amor, Gérard Philipe seguirá siendo Perdican para mí a partir de ahora? Quizás porque es la última imagen viva que tengo de él, quiero decir en el teatro, y no esta sombra en la pantalla. ¡Ah, qué Perdican era! Intolerable como la juventud"... Lamenta los encuentros perdidos en los últimos meses con Gérard Philipe, que se había trasladado al 17 rue de Tournon; su operación; la multitud silenciosa delante de la casa; el ballet siniestro alrededor de la cámara mortuoria... "Perdican no podía envejecer. A los treinta y siete años, la edad en que morían Pushkin, Apollinaire y Mayakovsky, cerró los ojos antes de ser distinto de sí mismo [...] Gérard Philipe sólo dejó tras de sí la imagen de la primavera. Deberíamos envidiarle amargamente. Los héroes como él nunca se arrugan [...]. En todo el mundo, esta muerte golpea con estupor a todos aquellos que tienen cabeza para los sueños y corazón para el amor. En todo el mundo, los jóvenes sienten que su juventud ha sido golpeada [...] Su familia se lo ha llevado a Ramatuelle, cerca del mar, para pasar las últimas vacaciones, para que sea para siempre el sueño de la arena y del sol, fuera de la niebla, y que siga siendo eternamente la prueba de la juventud del mundo. Y cuando el sol brille sobre su tumba, los transeúntes dirán: ¡No, Perdican no ha muerto! Simplemente había jugado demasiado y necesitaba descansar de un largo sueño".