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Fragmento de corona de roble griego dorado, período clásico tardío a helenístico temprano, circa siglo IV-III a.C., en dos secciones, una de aprox. 20 cm. de largo y la otra de aprox. 11 cm. de largo, peso total 37 gramos Procedencia: Antiguamente perteneció a la colección del coleccionista de antigüedades griegas Dionysios Loverdos, de donde descendió a Londres en 1974. En la Grecia antigua, las coronas de hojas de oro, que imitaban formas naturales como el laurel, el mirto, el olivo, la hiedra y, como en este caso, el roble, se entregaban como premios, se llevaban en procesiones o en los simposios, se dedicaban en santuarios y se enterraban con los muertos. Las dedicatorias a santuarios se mencionan en las listas del tesoro de los templos desde el siglo V a.C., pero son escasos los ejemplos conservados anteriores al siglo IV a.C. El significado de las distintas especies vegetales empleadas para estas coronas es incierto, pero en el caso del roble existe al menos una clara asociación con Zeus.

london, Reino Unido