Null JAIME (Jaume) HUGUET y su taller (Valls circa 1415-Barcelona 1492)
Santa Ma…
Descripción

JAIME (Jaume) HUGUET y su taller (Valls circa 1415-Barcelona 1492) Santa Magdalena Óleo sobre tabla de retablo, pintura al huevo sobre tabla rectangular de pino (restauraciones antiguas) 103,5 x 69 cm Grosor: 3 cm Procedencia : Colección del cirujano Henri Hartmann, Saint-Leu-la-Forêt, hasta 1951 ; Permaneció en la familia. Delante de una hornacina en forma de concha que descansa sobre columnas con capiteles y basas dorados, Santa Magdalena está colocada delante de un paño de honor que imita el terciopelo con motivos vegetales pintados en negro sobre fondo dorado. El panel ha sido cortado para eliminar los pies de la santa, que está de pie, mirando ligeramente hacia la izquierda. Está vestida con un manto rojo suelto forrado de verde, realzado con ribetes dorados en relieve, que se abre de par en par para revelar un vestido violeta de manga larga plisado en la cintura, cuyo busto está adornado con trenzas doradas en relieve. En la mano derecha lleva el frasco de ungüentos (su atributo), mientras que en la izquierda sostiene el libro sagrado y una parte de su manto. Su rostro ovalado, con la frente abierta enmarcada por una larga cabellera bífida, desprende una expresión de suave y meditabunda melancolía. Jaime Huguet nació en Valls (provincia de Tarragona) hacia 1412. A la muerte de su padre, en 1419, él y su hermano Antoni quedaron bajo la tutela de su tío, el pintor Pere Huguet. Tras un primer aprendizaje con este último, que se había instalado en Tarragona hacia 1424, Jaime continuó su formación en Barcelona, donde siguió a su tío en 1434.Entre 1434 y 1448, algunos críticos (Gudiol, Alcolea, Ainaud de Lasarte)[1] han sugerido que Jaime Huguet, ya formado como pintor, permaneció en Zaragoza, siguiendo al arzobispo Dalmau de Mur, que anteriormente había estado al frente de la diócesis de Tarragona. Poco después, su impronta estilística se encontraría en pintores aragoneses, especialmente en Martín de Soria. A falta de documentación precisa, esta estancia ha sido negada por los críticos, entre ellos Rosa Alcoy[2], que supone que el pintor estaba activo en Cataluña en esa época. Los documentos no confirman el traslado definitivo de Jaime Huguet a Barcelona hasta agosto de 1448. Allí contrajo matrimonio en 1454. Pintor reconocido, dirigió un gran taller, rodeado de ayudantes, y aceptó numerosos encargos del rey, de cofradías religiosas y de gremios comerciales de la ciudad y de la región catalana. Desde el retablo de San Vicente de Sarria hacia 1450-1460, hasta el dedicado a San Sebastián y Santa Tecla (Barcelona, catedral) documentado de 1486 a 1498[3], hay una decena de retablos, a menudo monumentales, que salieron del taller de Huguet. Nuestra Santa Magdalena fue sin duda creada en este taller, bajo la dirección de Jaime Huguet. Entre los ayudantes que trabajaron con el maestro, conocemos principalmente a la familia Vergos[4], vinculada a la familia de Jaime desde 1454 y uno de cuyos miembros, el pintor decorativo Jaume Vergos II, fue testigo en la boda de Huguet. Los dos hijos de Vergos II, Pau y Rafael, continuaron los vínculos entre las dos familias tras la muerte de Jaime Huguet en 1492. En efecto, la crítica ha señalado la presencia de uno de estos ayudantes en ciertas escenas del retablo de San Agustín (Barcelona, Museu Nacional d'Art de Catalunya) para el convento del mismo nombre de Barcelona, encargado en 1463 y terminado en 1486, del que Huguet sólo realizó la Consagración episcopal del santo y, en la predela, la Última Cena y la Subida al Calvario (Museu Marès, Barcelona) (cf. Gudiol, Alcolea, figs. 835,837,78). Jaime Vergos II es también responsable de gran parte del retablo de San Esteban de Granollers (1493-1500) (Barcelona, Museu Nacional d'art de Catalunya), que ejecutó tras la muerte de su hijo Pau en 1495 y la de Jaime Huguet en 1492. Es precisamente a este ambiente que rodea a Jaime Huguet y su taller al que varios historiadores han sugerido que se vincule esta Santa Magdalena aún inédita. Consultada entre 1987 y 1990 por su último propietario, Charles Sterling (carta del 18 de septiembre de 1987) la situaba al final de la carrera del artista, mientras que M. C. Farré i Sempera la atribuía a Jaime Vergos[5]. En este retablo aún desconocido, junto a la expresión suave y penetrante de Huguet, se detecta una ejecución más seca en la descripción de los ropajes y la ornamentación, que sugiere la mano de un colaborador. Sin duda, fue este último quien ejecutó más tarde el Viacrucis (Barcelona, MNAC n.º 24.154), tabla predela del retablo de Saint Etienne de Granollers, que reproduce la escena del mismo tema pintada por Huguet en el retablo de Saint Augustin (Barcelona, Museu Marès). Por tanto, debemos suponer que existió una colaboración entre los Vergos y Jaime Huguet, como ilustra aquí nuestra Magdalena. [1] J.Gudiol y S.Alcolea (Pintura Gótica Catalana, Barce

17 

JAIME (Jaume) HUGUET y su taller (Valls circa 1415-Barcelona 1492) Santa Magdalena Óleo sobre tabla de retablo, pintura al huevo sobre tabla rectangular de pino (restauraciones antiguas) 103,5 x 69 cm Grosor: 3 cm Procedencia : Colección del cirujano Henri Hartmann, Saint-Leu-la-Forêt, hasta 1951 ; Permaneció en la familia. Delante de una hornacina en forma de concha que descansa sobre columnas con capiteles y basas dorados, Santa Magdalena está colocada delante de un paño de honor que imita el terciopelo con motivos vegetales pintados en negro sobre fondo dorado. El panel ha sido cortado para eliminar los pies de la santa, que está de pie, mirando ligeramente hacia la izquierda. Está vestida con un manto rojo suelto forrado de verde, realzado con ribetes dorados en relieve, que se abre de par en par para revelar un vestido violeta de manga larga plisado en la cintura, cuyo busto está adornado con trenzas doradas en relieve. En la mano derecha lleva el frasco de ungüentos (su atributo), mientras que en la izquierda sostiene el libro sagrado y una parte de su manto. Su rostro ovalado, con la frente abierta enmarcada por una larga cabellera bífida, desprende una expresión de suave y meditabunda melancolía. Jaime Huguet nació en Valls (provincia de Tarragona) hacia 1412. A la muerte de su padre, en 1419, él y su hermano Antoni quedaron bajo la tutela de su tío, el pintor Pere Huguet. Tras un primer aprendizaje con este último, que se había instalado en Tarragona hacia 1424, Jaime continuó su formación en Barcelona, donde siguió a su tío en 1434.Entre 1434 y 1448, algunos críticos (Gudiol, Alcolea, Ainaud de Lasarte)[1] han sugerido que Jaime Huguet, ya formado como pintor, permaneció en Zaragoza, siguiendo al arzobispo Dalmau de Mur, que anteriormente había estado al frente de la diócesis de Tarragona. Poco después, su impronta estilística se encontraría en pintores aragoneses, especialmente en Martín de Soria. A falta de documentación precisa, esta estancia ha sido negada por los críticos, entre ellos Rosa Alcoy[2], que supone que el pintor estaba activo en Cataluña en esa época. Los documentos no confirman el traslado definitivo de Jaime Huguet a Barcelona hasta agosto de 1448. Allí contrajo matrimonio en 1454. Pintor reconocido, dirigió un gran taller, rodeado de ayudantes, y aceptó numerosos encargos del rey, de cofradías religiosas y de gremios comerciales de la ciudad y de la región catalana. Desde el retablo de San Vicente de Sarria hacia 1450-1460, hasta el dedicado a San Sebastián y Santa Tecla (Barcelona, catedral) documentado de 1486 a 1498[3], hay una decena de retablos, a menudo monumentales, que salieron del taller de Huguet. Nuestra Santa Magdalena fue sin duda creada en este taller, bajo la dirección de Jaime Huguet. Entre los ayudantes que trabajaron con el maestro, conocemos principalmente a la familia Vergos[4], vinculada a la familia de Jaime desde 1454 y uno de cuyos miembros, el pintor decorativo Jaume Vergos II, fue testigo en la boda de Huguet. Los dos hijos de Vergos II, Pau y Rafael, continuaron los vínculos entre las dos familias tras la muerte de Jaime Huguet en 1492. En efecto, la crítica ha señalado la presencia de uno de estos ayudantes en ciertas escenas del retablo de San Agustín (Barcelona, Museu Nacional d'Art de Catalunya) para el convento del mismo nombre de Barcelona, encargado en 1463 y terminado en 1486, del que Huguet sólo realizó la Consagración episcopal del santo y, en la predela, la Última Cena y la Subida al Calvario (Museu Marès, Barcelona) (cf. Gudiol, Alcolea, figs. 835,837,78). Jaime Vergos II es también responsable de gran parte del retablo de San Esteban de Granollers (1493-1500) (Barcelona, Museu Nacional d'art de Catalunya), que ejecutó tras la muerte de su hijo Pau en 1495 y la de Jaime Huguet en 1492. Es precisamente a este ambiente que rodea a Jaime Huguet y su taller al que varios historiadores han sugerido que se vincule esta Santa Magdalena aún inédita. Consultada entre 1987 y 1990 por su último propietario, Charles Sterling (carta del 18 de septiembre de 1987) la situaba al final de la carrera del artista, mientras que M. C. Farré i Sempera la atribuía a Jaime Vergos[5]. En este retablo aún desconocido, junto a la expresión suave y penetrante de Huguet, se detecta una ejecución más seca en la descripción de los ropajes y la ornamentación, que sugiere la mano de un colaborador. Sin duda, fue este último quien ejecutó más tarde el Viacrucis (Barcelona, MNAC n.º 24.154), tabla predela del retablo de Saint Etienne de Granollers, que reproduce la escena del mismo tema pintada por Huguet en el retablo de Saint Augustin (Barcelona, Museu Marès). Por tanto, debemos suponer que existió una colaboración entre los Vergos y Jaime Huguet, como ilustra aquí nuestra Magdalena. [1] J.Gudiol y S.Alcolea (Pintura Gótica Catalana, Barce

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados

Podría interesarle

JAUME PITARCH (Barcelona, 1963). "Entropía de Jackson".2009. Técnica mixta (collage sobre cartón". Procedencia: Galería dels Àngels de Barcelona. Medidas: 77 x 107 cm. Esta pieza formaba parte de una exposición homónima de Jaume Pitarch en la galería Àngels Barcelona, en la que el tema del tiempo era tratado desde una nueva perspectiva tanto como concepto como desarrollo plástico. Como rezaba la nota de prensa "Pitarch transforma objetos mundanos y rituales de trabajo en instrumentos para la reflexión crítica. Con frecuencia, su obra consiste en acciones obstinadas que conducen a resultados aparentemente absurdos, improductivos, invisibles o inimaginables. Sin embargo, este absurdo no es autoindulgente: cuestiona las relaciones de identidad, socialización y comportamiento entre el hombre y su producción material. Para Pitarch, esto no es más que la consecuencia de la angustia de un hombre perdido en un entramado de estructuras sociales en constante mutación a las que deriva toda su energía en un intento fallido de pertenecer, de "insertarse en ellas". El tema del tiempo (el tiempo como aquello que constantemente nos deja fuera de juego) es por tanto una constante en su obra. Un tiempo viriliano que a veces es aludido, detenido o convertido en un aliado invisible llamado proceso". Actualmente afincado en Barcelona, Jaume Pitarch estudió Bellas Artes en el Chelsea College of Art y en el Royal College of Art de Londres. Su lenguaje se basa en la descontextualización de elementos creados por el hombre, que desmonta y reconstruye de una manera completamente diferente, despojándolos de su significado y valor originales. A lo largo de su trayectoria como artista, Jaume Pitarch ha realizado numerosas exposiciones a nivel nacional e internacional, destacando: Àngels Barcelona (2013, 2009, 2004,1997); Galería Fúcares, Madrid (2013, 2008); Spencer Brownstone Gallery, Nueva York (2013, 2009, 2006) o en Galerija Vartai, Lituania, 2011. Asimismo, su obra ha sido seleccionada para exposiciones colectivas en galerías e instituciones internacionales. Su obra forma parte de colecciones públicas y privadas como la colección MACBA, la Fundación Vila Casas, la colección La Caixa, Artium, la colección Bergé, el Museo Patio Herreriano o la colección del Royal College of Art de Londres, entre otras.