Atribuido a Amico ASPERTINI (1475 - 1552). El prendimiento de Cristo. Panel de álamo en tondo, grisalla. Sin marco. Diámetro 33,2 cm. Restauraciones antiguas. En el reverso, inscripción "Galle Barberini" y "via Cucli G... "El episodio del prendimiento de Cristo en el Huerto de los Olivos, en el momento en que recibe el beso de Judas, tiene lugar de noche y el nocturno es evocado aquí por las antorchas, llevadas por los guardias de la izquierda. A la derecha, vemos la lucha entre Simón Pedro y Malco, representada a menudo (Juan, 18, 10). Pintado en tonos marrones imitando el bronce, el panel muestra una gran preocupación por la verdad arqueológica en la descripción de las armaduras romanas y las antorchas, inspiradas en los relieves de la columna de Trajano. Fue en el ambiente romano de los discípulos de Rafael donde se desarrolló esta investigación de motivos auténticos de la Antigüedad extraídos de excavaciones -como las de la Domus Aurea-, difundida, por ejemplo, por los frescos y frisos grabados de Polidoro da Caravaggio. La atribución de nuestro cuadro a Amico Aspertini se basa más en la comparación con sus dibujos que en sus grandes formatos en color. Sin embargo, se conocen algunas de sus grisallas (catálogo de la exposición, Amico Aspertini (1474-1552) artista bizzarro nell'età di Durer e Raffaello, Bolonia, Pinacoteca Nazionale 2008-2009, pp. 102-105). Este panel tal vez formaba parte del marco de un gran retablo, como los dos tondi de Polidoro da Caravaggio para el retablo de la Pescheria (Nápoles, Museo di Capodimonte). Existen ejemplos similares en Francia (esmaltes redondos de Jean Fouquet para el díptico de Melun) y España (tondi de Vicente Macip en el Museo del Prado de Madrid). Un dibujo de Biagio Pupini (antes de 1511 - después de 1575) sobre el mismo tema, conservado en el Departamento de Artes Gráficas del Louvre (INV 8854, Recto) interpreta nuestra composición con numerosas variaciones. Amico Aspertini, figura importante de la escuela boloñesa de principios del siglo XVI, se formó con Lorenzo Costa y Francesco Francia. Durante su estancia en Roma, se empapó de Pinturicchio y Filippino Lippi, y quedó fascinado por los motivos de la Antigüedad, que reelaboró en un lenguaje único, violentamente anticlásico y lleno de detalles extravagantes. Vasari lo describió como un "hombre caprichoso con un cerebro extraño". En los años en que el movimiento rafaelesco arraigó en Bolonia, se resistió a este estilo y desarrolló un manierismo acerbo que se parecía más a los grabados nórdicos, como los de Durero. Experto: Gabinete Turquin.