Null Escuela española del siglo XVIII.

"Santo Domingo". 

Escultura en madera t…
Descripción

Escuela española del siglo XVIII. "Santo Domingo". Escultura en madera tallada y policromada. Conserva restos de su policromía original. Presenta desgaste y marcas de xilófagos antiguos. Con falta de policromía en la madera. Medidas: 75 x 32 x 20 cm. Santo Domingo está representado aquí en bulto redondo, aunque su espalda no ha sido trabajada porque la escultura estaría pensada para ser vista sólo de frente. El hábito ha sido drapeado con una voluntad verista. La cabeza del santo presenta una tonsura monástica, y una expresión viva y amable ilumina su semblante. En una mano sostiene las Escrituras abiertas. A sus pies hay un perro que alude, según la leyenda, a uno de los muchos presagios que anunciaron su nacimiento. Su madre, Juana de Aza, soñó con un niño con la frente marcada por una estrella, acompañado de un perro blanco y negro que llevaba una antorcha encendida en la boca. Santo Domingo de Guzmán, nacido en Castilla en 1170, fue el fundador de la Orden de Predicadores, más conocida como Dominicos. Durante su infancia recibió una esmerada formación moral y cultural, despertando finalmente su vocación al estado eclesiástico. Tras cursar estudios de humanidades, teología y filosofía en Palencia, donde también fue profesor, se ordenó sacerdote, siendo finalmente nombrado embajador extraordinario por el rey Alfonso VIII de Castilla. Tras obtener en 1216 la autorización para fundar su orden, dedicó sus últimos años a su organización y a varios viajes misioneros a Francia e Italia. La leyenda, sin embargo, ha añadido mucho a su biografía. También se atribuyeron al santo numerosos milagros durante su predicación, especialmente la resurrección de un joven que murió al caer de un caballo y el rescate de unos peregrinos que iban a ahogarse cuando intentaban cruzar el Garona hacia Santiago de Compostela.

22 

Escuela española del siglo XVIII. "Santo Domingo". Escultura en madera tallada y policromada. Conserva restos de su policromía original. Presenta desgaste y marcas de xilófagos antiguos. Con falta de policromía en la madera. Medidas: 75 x 32 x 20 cm. Santo Domingo está representado aquí en bulto redondo, aunque su espalda no ha sido trabajada porque la escultura estaría pensada para ser vista sólo de frente. El hábito ha sido drapeado con una voluntad verista. La cabeza del santo presenta una tonsura monástica, y una expresión viva y amable ilumina su semblante. En una mano sostiene las Escrituras abiertas. A sus pies hay un perro que alude, según la leyenda, a uno de los muchos presagios que anunciaron su nacimiento. Su madre, Juana de Aza, soñó con un niño con la frente marcada por una estrella, acompañado de un perro blanco y negro que llevaba una antorcha encendida en la boca. Santo Domingo de Guzmán, nacido en Castilla en 1170, fue el fundador de la Orden de Predicadores, más conocida como Dominicos. Durante su infancia recibió una esmerada formación moral y cultural, despertando finalmente su vocación al estado eclesiástico. Tras cursar estudios de humanidades, teología y filosofía en Palencia, donde también fue profesor, se ordenó sacerdote, siendo finalmente nombrado embajador extraordinario por el rey Alfonso VIII de Castilla. Tras obtener en 1216 la autorización para fundar su orden, dedicó sus últimos años a su organización y a varios viajes misioneros a Francia e Italia. La leyenda, sin embargo, ha añadido mucho a su biografía. También se atribuyeron al santo numerosos milagros durante su predicación, especialmente la resurrección de un joven que murió al caer de un caballo y el rescate de unos peregrinos que iban a ahogarse cuando intentaban cruzar el Garona hacia Santiago de Compostela.

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados