FRANCISCO MATTO (Montevideo, 1911-1995). "Convento de Santa Buenaventura, Roma", 1974. Óleo sobre cartón. Firmado y fechado en el margen superior izquierdo. Titulado al dorso. Con etiqueta al dorso de la Sala Monzón. Medidas: 25,5 x 27,5 cm; 42,5 x 44,5 cm (marco). Aunque Francisco Matto fue un pintor autodidacta, pudo nutrirse de la estética de los artistas europeos de vanguardia gracias al estudio y lectura de las publicaciones extranjeras que llegaban a Montevideo. Al principio trabajó en un lenguaje cercano a la Antigüedad Clásica y al arte precolombino. En abril de 1934 llegó a Montevideo Joaquín Torres García y fundó el Estudio 1037, que en 1935 se convirtió en la Asociación de Arte Constructivo, donde se formaron gran parte de los artistas uruguayos de la época. En esa época Matto ya estaba vinculado al mundo artístico montevideano (conocía a Pesce Castro, José Luís Zorrilla de San Martín, Susana Soca y al arquitecto Ernesto Leborgne). Entró en contacto con Torres García y a principios de 1943 se creó el Taller Torres García, donde Matto se convirtió en uno de sus fundadores junto a los hermanos Edgardo y Alceu Ribeiro, Augusto y Horacio Torres, entre otros artistas. A partir de ese año participa en casi todas las exposiciones del Taller. Fue el comienzo de su salto internacional. Francisco Matto viajó mucho a lo largo de su vida (Sudamérica, Europa, Nueva York). Su obra se encuentra actualmente en el MoMA de Nueva York, el Museo de Arte del Banco de la República de Bogotá, el Museo de Bellas Artes de Caracas, el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, la Colección de la Fundación Phoebus de Amberes, el Blanton Museum of Art de la Universidad de Texas en Austin (Texas) y el Museum of Fine Arts de Houston, entre otros.