Null ALBERT RÀFOLS CASAMADA (Barcelona, 1923 - 2009).
"Cadaqués", 1979.
Óleo sob…
Descripción

ALBERT RÀFOLS CASAMADA (Barcelona, 1923 - 2009). "Cadaqués", 1979. Óleo sobre tela. Firmado, titulado y fechado en el ángulo inferior derecho. Medidas: 130 x 97 cm. La abstracción lírica de Ràfols Casamada nunca abandona del todo la referencia figurativa. Aquí, la combinación de formas mínimas y colores luminosos sugiere por sí misma la magia plástica de las veladuras y los reflejos reverberantes, como si el autor rindiera homenaje a la pintura antigua. Con pocos elementos y planos pictóricos contrastados, sugiere un crisol de filtros de luz que, en consonancia con el título que hace referencia a la mítica localidad ampurdanesa, nos lleva a imaginar el cielo azul del Mediterráneo y la escarpada costa dorada. Pintor, profesor, escritor y artista gráfico, Ràfols Casamada goza de gran prestigio internacional. Se inició en el mundo del dibujo y la pintura con su padre, Albert Ràfols Cullerés. En 1942 empezó a estudiar arquitectura, aunque pronto la abandonó para dedicarse a las artes plásticas. La influencia postimpresionista de su padre y su particular cézannismo marcan las obras presentadas en su primera exposición, celebrada en 1946 en las galerías Pictòria de Barcelona, donde expuso con el grupo Els Vuit. Posteriormente, fue desarrollando una abstracción poética, amorfa en su configuración, libre e inteligente, fruto de una lenta gestación y basada en atmósferas, temas, objetos o grafismos de la vida cotidiana. Ràfols Casamada trabajó con estos fragmentos de realidad, de vida, en un proceso de desfiguración, jugando con las connotaciones, los valores plásticos y la riqueza visual de las diferentes lecturas posibles, en un intento de fijar la fugacidad de la realidad. En 1950 obtuvo una beca para viajar a Francia, y se instaló en París hasta 1954. Allí conoció la pintura figurativa postcubista, así como la obra de Picasso, Matisse, Braque y Miró, entre otros. Estas influencias se combinaron en su pintura con las del expresionismo abstracto americano, que se estaba desarrollando al mismo tiempo. Cuando finalmente regresó a Barcelona emprendió su propio camino artístico, con un estilo caracterizado por la elegancia compositiva, basado en estructuras ortogonales combinadas con un cromatismo emotivo y luminoso. Tras mostrar una interesante relación, en los años sesenta y setenta, con el neodada y el nuevo realismo, su obra se ha centrado en valores puramente pictóricos: campos de color en armonía expresiva sobre los que destacan líneas gestuales de carboncillo. Ha recibido numerosos galardones, como el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura en 1980, la Creu de Sant Jordi en 1982 y el Premio de las Artes de la CEOE en 1991. En 1985 fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, y es miembro honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 2003 la Generalitat le concedió el Premio Nacional de Artes Plásticas de Cataluña, y en 2009, sólo dos meses antes de su muerte, el Grup 62 le rindió homenaje en el Museu Nacional d'Art de Catalunya. Su obra se encuentra en los museos más importantes del mundo: el Reina Sofía de Madrid, el Guggenheim y el MOMA de Nueva York, el Museum of Modern Art de Los Ángeles, el Museo Picasso de Francia, el Georges Pompidou de París y el British Museum y la Tate Gallery de Londres, entre muchos otros.

ALBERT RÀFOLS CASAMADA (Barcelona, 1923 - 2009). "Cadaqués", 1979. Óleo sobre tela. Firmado, titulado y fechado en el ángulo inferior derecho. Medidas: 130 x 97 cm. La abstracción lírica de Ràfols Casamada nunca abandona del todo la referencia figurativa. Aquí, la combinación de formas mínimas y colores luminosos sugiere por sí misma la magia plástica de las veladuras y los reflejos reverberantes, como si el autor rindiera homenaje a la pintura antigua. Con pocos elementos y planos pictóricos contrastados, sugiere un crisol de filtros de luz que, en consonancia con el título que hace referencia a la mítica localidad ampurdanesa, nos lleva a imaginar el cielo azul del Mediterráneo y la escarpada costa dorada. Pintor, profesor, escritor y artista gráfico, Ràfols Casamada goza de gran prestigio internacional. Se inició en el mundo del dibujo y la pintura con su padre, Albert Ràfols Cullerés. En 1942 empezó a estudiar arquitectura, aunque pronto la abandonó para dedicarse a las artes plásticas. La influencia postimpresionista de su padre y su particular cézannismo marcan las obras presentadas en su primera exposición, celebrada en 1946 en las galerías Pictòria de Barcelona, donde expuso con el grupo Els Vuit. Posteriormente, fue desarrollando una abstracción poética, amorfa en su configuración, libre e inteligente, fruto de una lenta gestación y basada en atmósferas, temas, objetos o grafismos de la vida cotidiana. Ràfols Casamada trabajó con estos fragmentos de realidad, de vida, en un proceso de desfiguración, jugando con las connotaciones, los valores plásticos y la riqueza visual de las diferentes lecturas posibles, en un intento de fijar la fugacidad de la realidad. En 1950 obtuvo una beca para viajar a Francia, y se instaló en París hasta 1954. Allí conoció la pintura figurativa postcubista, así como la obra de Picasso, Matisse, Braque y Miró, entre otros. Estas influencias se combinaron en su pintura con las del expresionismo abstracto americano, que se estaba desarrollando al mismo tiempo. Cuando finalmente regresó a Barcelona emprendió su propio camino artístico, con un estilo caracterizado por la elegancia compositiva, basado en estructuras ortogonales combinadas con un cromatismo emotivo y luminoso. Tras mostrar una interesante relación, en los años sesenta y setenta, con el neodada y el nuevo realismo, su obra se ha centrado en valores puramente pictóricos: campos de color en armonía expresiva sobre los que destacan líneas gestuales de carboncillo. Ha recibido numerosos galardones, como el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura en 1980, la Creu de Sant Jordi en 1982 y el Premio de las Artes de la CEOE en 1991. En 1985 fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, y es miembro honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 2003 la Generalitat le concedió el Premio Nacional de Artes Plásticas de Cataluña, y en 2009, sólo dos meses antes de su muerte, el Grup 62 le rindió homenaje en el Museu Nacional d'Art de Catalunya. Su obra se encuentra en los museos más importantes del mundo: el Reina Sofía de Madrid, el Guggenheim y el MOMA de Nueva York, el Museum of Modern Art de Los Ángeles, el Museo Picasso de Francia, el Georges Pompidou de París y el British Museum y la Tate Gallery de Londres, entre muchos otros.

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