Cartier, par de pendientes de oro 750 con cabezas de pantera enteramente engastadas con diamantes talla brillante y cabujones de ónice estilizando el pelaje, la nariz y los ojos de ónice engastados con gotas de esmeralda. Sostienen en sus bocas colgantes articulados que alternan hileras de diamantes talla brillante y cabujones de ónice, firmados, numerados 615703, h. 5,7 cmCon el movimiento orientalista, el motivo de la pantera y el leopardo hizo su aparición en las Artes Decorativas antes de la 1ª Guerra Mundial. Fue en 1914 cuando Cartier hizo su primera alusión a la pantera en un reloj de pulsera con pavé de diamantes y ónice que recuerda al felino. Inicialmente evocada por su motivo moteado, la pantera apareció en 2D en los años 1925-30. Con el paso de los años, se convirtió en un auténtico símbolo para la marca de joyería. Fue Jeanne Toussaint, diseñadora de Cartier, quien vinculó el destino de Cartier al del símbolo de la pantera cuando, en 1948, la Duquesa de Windsor le encargó la creación de la primera pantera en 3D. El felino fue descrito como una "bomba atómica" en la prensa y se convirtió en el favorito de mujeres que contaban por su fortuna, su estilo y su espíritu de independencia, deseosas de ilustrar su desinhibida feminidad, como Daisy Fellowes y Barbara Hutton, y más tarde también de artistas.