Null Reloj de chimenea victoriano. Londres, hacia 1820.
Caparazón de tortuga y b…
Descripción

Reloj de chimenea victoriano. Londres, hacia 1820. Caparazón de tortuga y bronce dorado. Sonería en horas, medias y cuartos. Inscripción en la esfera: John SPENCER, Londres. Medidas: 73 x 49 x 32 cm. Reloj inglés de ménsula fabricado a principios del siglo XIX. Su caja, de estructura arquitectónica, combina el carey con aplicaciones de bronce dorado en forma de motivos ornamentales trabajados en relieve. Los flancos están decorados con estípites en forma de figuras femeninas ejecutadas en un estilo sintético que es un cruce entre las herencias griega y egipcia. También son de bronce las celosías caladas de los ángulos de la fachada, del tímpano y los festones florales que cubren la cúpula escalonada en forma de astrágalo, así como los pies y las composiciones caladas que decoran los flancos. La esfera lleva la firma de John Spencer y tiene números romanos grabados en negro sobre lámina de plata. Va acompañada de tres pequeñas esferas para las funciones de sonería. Los relojes de ménsula de origen inglés destacan principalmente por su mecanismo, pero también por su decoración. Este tipo de reloj se originó en la década de 1960, cuando se aplicó el péndulo al reloj, sustituyendo al anterior "foliot" o regulador de volante. Este cambio hizo necesario dotar al mecanismo de una caja para protegerlo de golpes que pudieran alterar su movimiento. Este fue el origen de los relojes conocidos en Inglaterra como brackets, es decir, relojes portátiles. Se trataba de cajas cortas que albergaban un mecanismo sujeto entre dos gruesas placas y que contenían, como fuerza motriz de cada tren, una combinación de cubo y caracol. Originalmente, estos relojes estaban destinados a ser colocados sobre un soporte, de ahí su nombre inglés. Este soporte era una pieza independiente que solía fabricarse al mismo tiempo, con una decoración a juego con el reloj. Más tarde, sin embargo, la base y el reloj comenzaron a fabricarse por separado. Los ingleses desarrollaron una mecánica relojera distinta a la del resto de Europa, basada en una industria de talleres especializados que fabricaban productos de gran perfección técnica. Las cajas eran fabricadas por ebanistas que enriquecían los relojes, convirtiéndolos en verdaderas joyas. Por esta razón, a lo largo del siglo XVIII los relojes ingleses fueron testimonio de la evolución estilística que se desarrolló en la ebanistería inglesa, empezando por los modelos William and Mary y Queen Anne, pasando por los estilos Chippendale y Hepplewithe y volviendo finalmente al clasicismo con los Adam, los Sheraton y finalmente los Regency. En cuanto al tipo concreto de reloj de ménsula, mantuvo su aspecto elegante y señorial durante todo el siglo XVIII, y a finales de siglo las cajas serían más grandes y monumentales. Ya en el siglo XVII, el material utilizado para su fabricación solía ser el ébano o el carey, combinados con aplicaciones de bronce. A partir de 1670, también fueron comunes el olivo y el nogal, y más tarde comenzó a utilizarse el latón. A partir de la década de 1720, estas maderas fueron sustituidas por la caoba, más adecuada al nuevo gusto. Por otra parte, las esferas solían llevar números grabados en la placa frontal, o incorporaban un sector horario plateado. Más tarde se añadirían otros elementos, como el segundero, situado a un lado del arco central, o la fecha, incluida en la esfera. Incluso se incluirían esferas para las fases de la luna.

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Reloj de chimenea victoriano. Londres, hacia 1820. Caparazón de tortuga y bronce dorado. Sonería en horas, medias y cuartos. Inscripción en la esfera: John SPENCER, Londres. Medidas: 73 x 49 x 32 cm. Reloj inglés de ménsula fabricado a principios del siglo XIX. Su caja, de estructura arquitectónica, combina el carey con aplicaciones de bronce dorado en forma de motivos ornamentales trabajados en relieve. Los flancos están decorados con estípites en forma de figuras femeninas ejecutadas en un estilo sintético que es un cruce entre las herencias griega y egipcia. También son de bronce las celosías caladas de los ángulos de la fachada, del tímpano y los festones florales que cubren la cúpula escalonada en forma de astrágalo, así como los pies y las composiciones caladas que decoran los flancos. La esfera lleva la firma de John Spencer y tiene números romanos grabados en negro sobre lámina de plata. Va acompañada de tres pequeñas esferas para las funciones de sonería. Los relojes de ménsula de origen inglés destacan principalmente por su mecanismo, pero también por su decoración. Este tipo de reloj se originó en la década de 1960, cuando se aplicó el péndulo al reloj, sustituyendo al anterior "foliot" o regulador de volante. Este cambio hizo necesario dotar al mecanismo de una caja para protegerlo de golpes que pudieran alterar su movimiento. Este fue el origen de los relojes conocidos en Inglaterra como brackets, es decir, relojes portátiles. Se trataba de cajas cortas que albergaban un mecanismo sujeto entre dos gruesas placas y que contenían, como fuerza motriz de cada tren, una combinación de cubo y caracol. Originalmente, estos relojes estaban destinados a ser colocados sobre un soporte, de ahí su nombre inglés. Este soporte era una pieza independiente que solía fabricarse al mismo tiempo, con una decoración a juego con el reloj. Más tarde, sin embargo, la base y el reloj comenzaron a fabricarse por separado. Los ingleses desarrollaron una mecánica relojera distinta a la del resto de Europa, basada en una industria de talleres especializados que fabricaban productos de gran perfección técnica. Las cajas eran fabricadas por ebanistas que enriquecían los relojes, convirtiéndolos en verdaderas joyas. Por esta razón, a lo largo del siglo XVIII los relojes ingleses fueron testimonio de la evolución estilística que se desarrolló en la ebanistería inglesa, empezando por los modelos William and Mary y Queen Anne, pasando por los estilos Chippendale y Hepplewithe y volviendo finalmente al clasicismo con los Adam, los Sheraton y finalmente los Regency. En cuanto al tipo concreto de reloj de ménsula, mantuvo su aspecto elegante y señorial durante todo el siglo XVIII, y a finales de siglo las cajas serían más grandes y monumentales. Ya en el siglo XVII, el material utilizado para su fabricación solía ser el ébano o el carey, combinados con aplicaciones de bronce. A partir de 1670, también fueron comunes el olivo y el nogal, y más tarde comenzó a utilizarse el latón. A partir de la década de 1720, estas maderas fueron sustituidas por la caoba, más adecuada al nuevo gusto. Por otra parte, las esferas solían llevar números grabados en la placa frontal, o incorporaban un sector horario plateado. Más tarde se añadirían otros elementos, como el segundero, situado a un lado del arco central, o la fecha, incluida en la esfera. Incluso se incluirían esferas para las fases de la luna.

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