Grupo con estatuilla y ramas en coralino rojo, siglo XVII. Talla en coralino rojo. Pedestal de plata. Presenta restauraciones en el coralino. Medidas: 42 x 29 x 11 cm. Delicada escultura ornamental en coralino rojo tallada en forma de arbustos vegetales que se ramifican alrededor de una figura central que representa a una diosa, que podría ser Flora, o una ninfa del bosque. La túnica y la corona de flores de la joven están drapeadas y talladas con sutileza. La parte inferior de la escultura es de plata, y las ramas de la base están cubiertas de pedrería que simula el follaje. A lo largo de los siglos, al coralino rojo se le han atribuido poderes terapéuticos y se ha utilizado desde la antigüedad como ornamento de prestigio, ya fuera en Egipto, Grecia o la antigua China. Los mandarines de China lo llevaban como atributo de su autoridad. Los turcos también eran muy aficionados a los adornos de coral, que lucían no sólo en sus personas, sino también en la decoración y ornamentación de sus viviendas. Los griegos llamaban coralinum korallion, que significa "ornamento del mar", y esta palabra pasó al latín como corallium, de donde derivó la palabra coral. Pero en realidad, el hombre ha estado fascinado por la belleza y la energía de la piedra de coral rojo desde la prehistoria. Las excavaciones arqueológicas han demostrado que los humanos ya la utilizaban en el Paleolítico. El color del pozo calizo ofrece una gran variedad de tonalidades que van del rojo al rosa y algunas de estas coloraciones tienen un delicado y suave tono rosado, el más buscado por los buceadores. El fuste de piedra caliza es tan compacto y homogéneo que puede someterse al pulido más perfecto sin desintegrarse ni agrietarse, una propiedad que permite trabajarlo y tallarlo de mil maneras diferentes para crear infinidad de objetos ornamentales y artísticos.