Null ACHILLE LAUGÉ (1861-1944)
ALLÉE DES SAULES À CAILHAU, ca. 1900
Óleo sobre l…
Descripción

ACHILLE LAUGÉ (1861-1944) ALLÉE DES SAULES À CAILHAU, ca. 1900 Óleo sobre lienzo Firmado abajo a la izquierda Óleo sobre lienzo; firmado abajo a la izquierda 49 X 61,5 CM - 19 1/4 X 24 1/4 IN. - - La Sra. Nicole Tanburini ha confirmado la autenticidad de esta obra. Se entregará un certificado de autenticidad al comprador. - - OBRAS RELACIONADAS Achille Laugé (1861-1944), El callejón de los sauces, 1896. Óleo sobre lienzo, firmado abajo a la izquierda, 81 x 59 CM, Musée des Beaux-Arts de Carcassonne (reproducido abajo) - - "Aportas una visión muy personal, mucha lógica serena y un hermoso don de unidad en el amor del aire luminoso que reina incluso en tus sombras". Carta de Antoine Bourdelle a Achille Laugé, 22 de septiembre de 1919 - - En 1888, Achille Laugé abandona París para regresar a su pueblo natal del Aude, Cailhau. Tomando como punto de partida L'alouette, la casa que había adquirido anteriormente, realiza toda una serie de cuadros que representan los paisajes del Aude. Es en una zona bastante restringida, a menos de un cuarto de hora a pie de su propiedad, donde planta su caballete. Al instalarse en Cailhau, Laugé opta por aislarse y refugiarse en una soledad creativa, inscribiendo así los cuadros de los años 1890 entre las obras maestras del movimiento neoimpresionista. - A partir de 1890, el "ermitaño de Cailhau" ensaya la división del tono, siguiendo la lección de Georges Seurat, Paul Signac y Camille Pissarro. De acuerdo con esta teoría, Laugé jugó con la yuxtaposición de los tres colores primarios, primero en puntitos, luego en celosía. La obra que presentamos da testimonio de la nueva técnica adoptada por Laugé entre 1895 y 1900; dejando de lado el punto, adoptó un sistema de finas tramas entrelazadas, una red de palitos tejidos y enredados que, yuxtaponiendo los matices, permite la mezcla óptica de los pigmentos. Percibiendo el color como consecuencia de la radiación solar, Laugé utiliza una paleta brillante y luminosa. Al realismo de los sauces, con sus troncos esbeltos y sus ramas entrelazadas, corresponde el movimiento y la fluidez del follaje acunado por el viento. - La luz desempeña un papel importante en este cuadro. Está representada por toques de pintura clara que evocan los rayos del sol meridional filtrándose a través de las hojas de los árboles. La luz da vida a toda la obra, creando contrastes entre las zonas iluminadas y las más oscuras. Los tonos cálidos de la hierba y las hojas crean una atmósfera apacible y serena. Con este cuadro, Laugé ha captado la esencia de la naturaleza y nos ofrece una poética representación de un callejón de sauces bañado por la luz del sur. La obra se convierte así en una oda a la luz y a la naturaleza. - - En 1888, Achille Laugé abandona París para regresar a su pueblo natal del Aude, Cailhau. Tomando como punto de partida L'alouette, la casa que había adquirido anteriormente, realiza toda una serie de cuadros que representan los paisajes del Aude. Es en un perímetro bastante restringido, a menos de quince minutos a pie de su propiedad, donde planta su caballete. - Al instalarse en Cailhau, Laugé opta por un aislamiento donde se refugia en una soledad creativa. Sus cuadros de los años 1890 se inscribirán entre las obras maestras del movimiento neoimpresionista. - Ya en 1890, el "ermitaño de Cailhau" ensaya la división tonal, siguiendo la lección de Georges Seurat, Paul Signac y Camille Pissarro. De acuerdo con esta teoría, Laugé jugará con la yuxtaposición de los tres colores primarios primero en puntos muy pequeños, después en celosía. La obra que presentamos es una prueba de la nueva técnica adoptada por Laugé entre 1895 y 1900; dejando de lado el punto, adopta un sistema de finas tramas entrelazadas, una red de varillas tejidas y enredadas que, yuxtaponiendo los matices, permite la mezcla óptica de los pigmentos. Percibiendo el color como consecuencia de la radiación solar, Laugé utiliza una paleta brillante y luminosa. Al realismo de los sauces, con sus troncos esbeltos y sus ramas entrelazadas, corresponde el movimiento y la fluidez del follaje acunado por el viento. - La luz desempeña un papel importante en este cuadro. Está representada por toques de pintura clara que evocan los rayos del sol meridional filtrándose a través de las hojas de los árboles. La luz da vida a toda la obra, creando contrastes entre los espacios iluminados y los más oscuros. Los tonos cálidos de la hierba y las hojas aportan una atmósfera apacible y serena. Con este cuadro, Laugé ha captado la esencia de la naturaleza y nos ofrece una poética representación de un callejón de sauces bañado por la luz del sur. La obra se convierte así en una oda a la luz y a la naturaleza.

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ACHILLE LAUGÉ (1861-1944) ALLÉE DES SAULES À CAILHAU, ca. 1900 Óleo sobre lienzo Firmado abajo a la izquierda Óleo sobre lienzo; firmado abajo a la izquierda 49 X 61,5 CM - 19 1/4 X 24 1/4 IN. - - La Sra. Nicole Tanburini ha confirmado la autenticidad de esta obra. Se entregará un certificado de autenticidad al comprador. - - OBRAS RELACIONADAS Achille Laugé (1861-1944), El callejón de los sauces, 1896. Óleo sobre lienzo, firmado abajo a la izquierda, 81 x 59 CM, Musée des Beaux-Arts de Carcassonne (reproducido abajo) - - "Aportas una visión muy personal, mucha lógica serena y un hermoso don de unidad en el amor del aire luminoso que reina incluso en tus sombras". Carta de Antoine Bourdelle a Achille Laugé, 22 de septiembre de 1919 - - En 1888, Achille Laugé abandona París para regresar a su pueblo natal del Aude, Cailhau. Tomando como punto de partida L'alouette, la casa que había adquirido anteriormente, realiza toda una serie de cuadros que representan los paisajes del Aude. Es en una zona bastante restringida, a menos de un cuarto de hora a pie de su propiedad, donde planta su caballete. Al instalarse en Cailhau, Laugé opta por aislarse y refugiarse en una soledad creativa, inscribiendo así los cuadros de los años 1890 entre las obras maestras del movimiento neoimpresionista. - A partir de 1890, el "ermitaño de Cailhau" ensaya la división del tono, siguiendo la lección de Georges Seurat, Paul Signac y Camille Pissarro. De acuerdo con esta teoría, Laugé jugó con la yuxtaposición de los tres colores primarios, primero en puntitos, luego en celosía. La obra que presentamos da testimonio de la nueva técnica adoptada por Laugé entre 1895 y 1900; dejando de lado el punto, adoptó un sistema de finas tramas entrelazadas, una red de palitos tejidos y enredados que, yuxtaponiendo los matices, permite la mezcla óptica de los pigmentos. Percibiendo el color como consecuencia de la radiación solar, Laugé utiliza una paleta brillante y luminosa. Al realismo de los sauces, con sus troncos esbeltos y sus ramas entrelazadas, corresponde el movimiento y la fluidez del follaje acunado por el viento. - La luz desempeña un papel importante en este cuadro. Está representada por toques de pintura clara que evocan los rayos del sol meridional filtrándose a través de las hojas de los árboles. La luz da vida a toda la obra, creando contrastes entre las zonas iluminadas y las más oscuras. Los tonos cálidos de la hierba y las hojas crean una atmósfera apacible y serena. Con este cuadro, Laugé ha captado la esencia de la naturaleza y nos ofrece una poética representación de un callejón de sauces bañado por la luz del sur. La obra se convierte así en una oda a la luz y a la naturaleza. - - En 1888, Achille Laugé abandona París para regresar a su pueblo natal del Aude, Cailhau. Tomando como punto de partida L'alouette, la casa que había adquirido anteriormente, realiza toda una serie de cuadros que representan los paisajes del Aude. Es en un perímetro bastante restringido, a menos de quince minutos a pie de su propiedad, donde planta su caballete. - Al instalarse en Cailhau, Laugé opta por un aislamiento donde se refugia en una soledad creativa. Sus cuadros de los años 1890 se inscribirán entre las obras maestras del movimiento neoimpresionista. - Ya en 1890, el "ermitaño de Cailhau" ensaya la división tonal, siguiendo la lección de Georges Seurat, Paul Signac y Camille Pissarro. De acuerdo con esta teoría, Laugé jugará con la yuxtaposición de los tres colores primarios primero en puntos muy pequeños, después en celosía. La obra que presentamos es una prueba de la nueva técnica adoptada por Laugé entre 1895 y 1900; dejando de lado el punto, adopta un sistema de finas tramas entrelazadas, una red de varillas tejidas y enredadas que, yuxtaponiendo los matices, permite la mezcla óptica de los pigmentos. Percibiendo el color como consecuencia de la radiación solar, Laugé utiliza una paleta brillante y luminosa. Al realismo de los sauces, con sus troncos esbeltos y sus ramas entrelazadas, corresponde el movimiento y la fluidez del follaje acunado por el viento. - La luz desempeña un papel importante en este cuadro. Está representada por toques de pintura clara que evocan los rayos del sol meridional filtrándose a través de las hojas de los árboles. La luz da vida a toda la obra, creando contrastes entre los espacios iluminados y los más oscuros. Los tonos cálidos de la hierba y las hojas aportan una atmósfera apacible y serena. Con este cuadro, Laugé ha captado la esencia de la naturaleza y nos ofrece una poética representación de un callejón de sauces bañado por la luz del sur. La obra se convierte así en una oda a la luz y a la naturaleza.

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