Francisco QUEIROLO (Gênes 1704 - Naples 1764

Francisco QUEIROLO (Génova 1704 - Nápoles 1764) Retrato de hombre. Busto de mármol. Altura total : 58 cm, - Pedestal : 15 cm. Firmado en el reverso: EQUES FRANCISCUS QUEIROLUS GENVENSIS SCULPIT Pequeños accidentes en la nariz, la ceja derecha, en el cabello y en el pedestal. Procedencia : Antigua colección de Stéphane Dervillé (1848-1925). Probablemente adquirido en Italia a finales del siglo XIX, luego por vía descendente. Este busto de hombre, de aire agradable y jovial, esculpido en mármol sin ninguna preocupación de idealización es probablemente un "retrato de amistad". Aunque este tipo de retrato se suele realizar en terracota o escayola, el sencillo recorte redondeado del busto a la altura del cuello, el torso desnudo, la ausencia de traje o de cualquier indicación del rango del retratado, y la expresión alegre, benévola y vivaz que se desprende sugieren que se trata de un íntimo del escultor. Este retrato, rebosante de afecto respetuoso, es obra del raro y talentoso escultor Francesco Queirolo. El artista genovés es uno de los escultores más importantes de su generación. La primera obra documentada del joven artista es una escultura del Arcángel Miguel, realizada en Génova en colaboración con el marmolista Giuseppe Macetti en 1728 y destinada a adornar la catedral de Cagliari. Ambicioso y deseoso de consolidar su carrera a escala internacional, el artista se trasladó a Roma en 1732. Comenzó su carrera romana en el taller del célebre Giuseppe Rusconi (1687-1737) y después se asoció con Antonio Corradini (1668-1752), cuya obra barroca y grácil le influyó. Desde su llegada, su integración en el medio artístico romano se vio coronada por el éxito: recibió el tercer premio de la primera clase de escultura en el concurso Clementino de 1732, obtuvo el título de "caballero" que incorporó a su firma (documentada en 1740) y en 1743 fue nombrado miembro de la Accademia d'Arcadia. Estos honores respondían a los numerosos encargos que le mantuvieron ocupado a lo largo de su carrera. Entre 1734 y 1735 realizó la estatua de S. Filippo Benizi para la balaustrada de la fachada de S. Giovanni dei Fiorentini. En 1735 se unió a Bernardo Ludovisi, Bartolomeo Pincellotti y Agostino Corsini bajo la dirección de Nicola Salvi para el largo proyecto de la famosa Fontana de Trevi. En 1737, con motivo de la canonización de Giuliana Falconieri, Vincenzo de' Paoli, Francesco de Regis y Caterina Fieschi Adorno en San Pedro, el escultor creó una estatua de estuco de la Religión. En la década de 1740 trabajó para la iglesia de Ss. Nome di Maria alla Colonna Traiana y después para la iglesia de S. Maria Maggiore. Allí realizó la iglesia de S. Carlos Borromeo en la fachada en 1742, y al año siguiente ángeles y el escudo de Benedicto XIV para el frontispicio de la sacristía. Se le volvió a encontrar en la obra de la iglesia de los Padres de la Misión, en la plaza de Montecitorio (hoy destruida), donde se dice que ejecutó estatuas en estuco. El escultor también realizó encargos para edificios fuera de la Ciudad Eterna. En 1745, el cardenal Spinola le encargó un altar de mármol policromado para la colegiata de Subiaco y, en 1746, otro altar para la iglesia de Affile. Hacia finales de la década de 1740, Francesco Queirolo se especializó en monumentos funerarios, un tipo de obra en la que demostró virtuosismo, maestría e inventiva. Entre 1749 y 1752, diseñó y esculpió la tumba de la duquesa Livia del Grillo en la contrafachada derecha de S. Andrea delle Fratte, y después, en 1750, la tumba del obispo Fabrizio Borgia en el ábside de la catedral de los santos Giovanni y Paolo di Ferentino. El año 1752 marcó un giro decisivo en su carrera al ser llamado a Nápoles. Sustituyó a Antonio Corradini, fallecido ese año, para las obras de la capilla Sansevero, que habían comenzado en 1750 a petición del príncipe Raimondo di Sangro (1710-1771), en torno al programa iconográfico. Francesco Queirolo firmó un contrato en exclusiva para este proyecto, punto culminante de su carrera. Durante los siete años que trabajó en este proyecto Durante los siete años que trabajó en este proyecto, esculpió numerosas obras: en particular, los seis medallones sobre las capillas que presentan las efigies de los cardenales de la familia Sangro, la figura de la Sinceridad para el mausoleo de Carlotta Gaetani, esposa de Raimondo, y el grupo alegórico de la Educación para el monumento dedicado a las esposas de Paolo di Sangro, segundo príncipe de Sansever. También realizó el monumento a Santa Rosalía, patrona de Palermo y la santa más famosa de la familia Sangro, así como el de San Oderisio, trigésimo noveno abad de Montecassino. También realizó el grupo de la Liberación (1753-54), dedicado a Giulia Gaetani de Aragona, esposa del cuarto príncipe de Sansevero. Por último, no podemos terminar esta larga lista sin mencionar la obra más conocida del artista, que hoy también se considera