Rembrandt Bugatti
Rembrandt Bugatti
Bulldog francés (Bouledogue Français)
Hacia 1905
Bronce sobre base de madera (2,2 x 15,7 x 10,5 cm). Altura 13,2 cm. Firmado "R Bugatti" (en ligadura) en la parte delantera del zócalo y la dedicatoria "A madame Valsuani-Panni" en el lateral. En el lado izquierdo del zócalo el sello de fundición "CIRE PERDUE AA HEBRARD". Uno de 50 ejemplares. - Con hermosa pátina pardusca. En muy buen estado.
Des Cordes/Fromanger-Des Cordes 107
Procedencia
Colección privada Bélgica
Bibliografía
Cf. Rembrandt Bugatti. Felinos y Figuras. An Exhibition of Bronze Sculpture, Londres 1993, nº 6; Edward Horswell, Rembrandt Bugatti. Life in Sculpture, Londres 2004, p. 84; Rembrandt Bugatti. The Sculptor 1884-1916, exh. Cat. Nationalgalerie Berlin, Múnich 2014, pp. 70-71.
Rembrandt Bugatti, hermano menor del famoso diseñador de automóviles y bon vivant Ettore Bugatti, nació en Milán en 1884 en el seno de una familia de diseñadores y pintores tan artística como poco convencional. Al igual que su abuelo, Bugatti se formó como escultor y fue a París, la metrópoli del arte de la época. Pero a diferencia de los vanguardistas Picasso y Modigliani, que tenían su misma edad, dejó el estudio y trabajó en el zoo, primero en París y después en el más importante de la época, en Amberes. El "Elefante en cría" (1903), expuesto con éxito, marcó su camino como escultor de animales. Su estilo precoz con superficies impresionistas que rompen con la luz y la agradable colaboración con el galerista y mejor fundidor de bronce Adrien-Aurélien Hebrard le convirtieron en el escultor de animales más importante a escala internacional hacia 1905.
Con el "Bulldog francés", Bugatti retrató al perro de su madre Teresa Lorioli. En su postura de espera, con collar y mirada leal, interpretó al bulldog como un perro doméstico vuelto hacia el hombre. Con las orejas erguidas, parece escuchar a su dueña. Después de que Bugatti diseñara el bulldog como un modelo de escayola de 29 centímetros, Hebrard mandó fundir una edición limitada de 50 ejemplares para sus mejores clientes. Si bien uno de estos ejemplares ya fue adquirido por Hugo von Tschudi para la Galería Nacional en 1906, aquí se ofrece otra versión totalmente firmada y dedicada a Madame Valsuani, madre de un amigo de la fundición.
