Gaston Chaissac

Gaston Chaissac Sin título 1955 Óleo sobre madera y metal (probablemente la tapa de una tetera metálica) Ca. 109 x 43 cm. Firmado (inciso) "CHAISSAC". Inscripción en el reverso de la madera. - Con ligeros signos de envejecimiento. Procedencia Galerie Nathan, Zúrich (con etiqueta en el reverso); colección privada, Renania del Norte-Westfalia. Exposiciones París 2000 (Galerie nationale du Jeu de Paume), Gaston Chaissac, catálogo de la exposición, p. 276 con ilustraciones en color. Linz 1996 (Neue Galerie der Stadt), Tubinga (Kunsthalle), Wuppertal 1996/1997 (Von-der-Heydt-Museum), Fráncfort del Meno 1997 (Schirn Kunsthalle), Gaston Chaissac 1910-1964, catálogo de la exposición nº 77, p. 126 con ilustraciones en color. Zúrich 1987/1988 (Galerie Nathan), Chaissac 1910-1964, catálogo de la exposición nº 36, o.p. con ilustraciones. La preocupación artística central del pintor y escultor francés Gaston Chaissac fue el examen del rostro humano. Aunque también experimentó con formas abstractas de expresión a lo largo de su obra, siguió comprometido con un modo de representación figurativo. Sin embargo, sus imaginativas criaturas distan mucho de ser fieles a la realidad. En casi todas sus obras -tanto en papel como en madera y metal- hay un par de ojos escondidos en algún lugar, tímidos y curiosos u horrorizados y compasivos, que buscan el contacto con el espectador. Emparentadas con las obras de su colega Jean Dubuffet, las figuras de Chaissac tienen la característica de que no se pueden asignar a ningún género: en su apariencia oscilan entre lo humano y lo animal, con rostros entre la máscara y la mueca. A partir de 1949, Chaissac también trasladó estos principios a materiales encontrados, como madera, ladrillos, cestas de mimbre y planchas de metal, que pintó con su característico lenguaje formal de contornos, dándoles así una finalidad completamente nueva. La serie de objetos pintados también incluye la "Figura" de 1955, que se pondrá a la venta, en la que Chaissac atornilló objetos metálicos pintados a un listón de madera tanto para la cabeza como para el torso. Como se afirma en el catálogo de la gran exposición de Chaissac de 1996, compartía con Dubuffet y los artistas del Arte Povera una preferencia por los materiales extraartísticos (cat. exposición Linz, Tubinga, Wuppertal, Frankfurt 1996/1997, p.117). Sin embargo, Chaissac no adoptó una postura provocativamente sociocrítica, sino que la utilizó para llegar a un acuerdo con su propia identidad. Con sus experiencias de una vida al margen de la sociedad, desarrolló un agudo sentido para todas las demás formas de existencia en la periferia y, a menudo, uno cree encontrar al propio artista en estos rostros.