Mela Muter (Maria Melania Mutermilch)

Mela Muter (Maria Melania Mutermilch) Madre con hijos 1911 Óleo sobre lienzo. 128 x 97 cm. Enmarcado. Firmado "Muter" en negro abajo a la izquierda. - En muy buen estado original. Pequeñas roturas aisladas de color en las partes empastadas. Sobre bastidor nuevo. En el reverso, composición de figura parcialmente pintada de blanco. Una foto del cuadro está documentada en el archivo fotográfico de la Galería Bargera. Procedencia Estate of the artist; Galerie Bargera (etiquetas en el reverso del bastidor); colección privada Suiza. Son en realidad sus expresivos retratos por los que Mela Muter se hizo conocida y famosa. Nacida en el seno de una adinerada familia de comerciantes judío-polacos, se introdujo rápidamente en la sociedad parisina a principios del siglo XX y entabló amistad con importantes artistas de vanguardia. Ella misma había estudiado en Varsovia y en las academias parisinas Grande Chaumière y Colarossi. Pronto empezó a retratar a personajes de interés público: del mundo del arte, la literatura, la política y las clases altas. Al mismo tiempo, sin embargo, también muestra un interés inmensamente empático por la población más pobre. Con curiosidad psicológica, pero nunca de forma distante, capta a los desfavorecidos de la sociedad, a veces en formatos pictóricos destacados; niños con atuendos de escasa pobreza, así como músicos callejeros o familias en entornos domésticos. Nuestro cuadro de gran formato, por ejemplo, muestra a una mujer joven con sus hijos comiendo. La habitación está inundada de luz, una brisa suave mueve las cortinas a través de la ventana abierta. La vista de las montañas y el río ancla la escena doméstica en una naturaleza rural y remite también al interés de Mela Muter por la pintura de paisaje. Los puntos de luz y una perspectiva que se desarrolla rápidamente desde el borde inferior del cuadro animan la escena figurativa, al igual que los fuertes colores veraniegos en los que se presentan la ropa y los utensilios. La estructura piramidal y la dirección de la luz muestran aquí a la madre como origen de toda vida, por tanto como símbolo de la maternidad, con un aura inherente de calma sagrada. En el individuo, Muter busca siempre lo característico, lo supratemporal. Este cuadro significaba tanto para la pintora que lo conservó hasta el final de su vida y, al parecer, de acuerdo con el deseo de un coleccionista, más tarde prefirió pintar una versión más pequeña antes que renunciar a él (para una versión más pequeña, véase: Magda Michalska, Mela Muter - Accomplished Portraitist and devoted Mother, en: Daily Art Magazine, 27 ene. 2023, p. 2; Exhibit. Cat. París 1966 (Galerie Jean-Claude Bellier), Mela Muter, cat. nº 29 con ill. Cat. Nueva York 1967 (Hammer Galleries), Mela Muter, cat. nº 17 con ill.).