Heinrich Hoerle

Heinrich Hoerle Árboles 1931 Crayón de cera sobre papel fuerte. 30,5 x 22,8 cm. Enmarcado bajo cristal. Monograma y fecha "h 1931" en el centro del margen derecho. - Ligero roce superficial en el margen inferior derecho. Confirmado verbalmente por Dirk Backes, Aquisgrán. La obra figura en la nueva versión del catálogo razonado Backes/Hanstein. Procedencia Propiedad privada Renania; Lempertz Colonia, subasta 788, Arte moderno, 6/7 de junio de 2000, lote 205; colección privada Renania del Norte-Westfalia Hacia 1924, los dos pintores Heinrich Hoerle y Franz W. Seiwert, activos en Colonia, se separaron del movimiento dadaísta para seguir la vía del arte de orientación social. Como "grupo de artistas progresistas", Hoerle y Seiwert eran "partidarios de la ideología marxista en su sentido más simple y original, es decir, en la eliminación de la desigualdad y la violencia, la unificación de las personas de todas las clases y naciones, y la abolición de la propiedad". (Evelyn Weiss, Von Dadamax zu A - Z - Die Kölner Progressiven der Zwanziger Jahre, en: Ausst. Cat. Kunstverein Frechen 1970, o. p.) Por impulsos socialistas, Hoerle quería un arte para personas de todas las clases y se veía a sí mismo, como escribió, como un "trabajador al servicio de los explotados". Tras unos inicios artísticos en el espíritu de la Nueva Objetividad, Hoerle llegó a un estilo que combinaba elementos constructivistas con realistas. Esta conexión también se aprecia en el dibujo a lápiz de cera "Árboles" que se ofrece, en el que los árboles fuertemente abstraídos, que parecen chimeneas, se asocian con un granero rojo. El dibujo se realizó en 1931, en un momento decisivo de la obra de Hoerle: Además de cosechar varios éxitos notables, Hoerle tomó una decisión innovadora en cuanto a la técnica pictórica. En ese año, decidió abandonar la pintura al óleo y pintar exclusivamente con lápices de cera. "Utilizaba los lápices de cera sobre todo en frío. Al frotarlos, desprenden un poco de color. El trabajo es tedioso y no da un efecto rápido, sobre todo cuando hay que poner varias capas una encima de otra para que la otra brille. [...] Hoerle, sin embargo, llevó las posibilidades adormecidas en el medio a efectos inauditos mediante intensos esfuerzos". (Hans Schmitt-Rost, Heinrich Hoerle, Recklinghausen 1965, p. 20.). Cuando el biógrafo escribe de "efectos inauditos", esto también puede entenderse en la obra "Árboles". Con la máxima precisión, las líneas más finas y un acusado sentido del color, creó motivos en parte superficiales y en parte profundos y los combinó en una unidad armoniosa.