Null André Kertész (1894-1985)
Escaparate. París, 1925. 
Copia en plata (c. 1965…
Descripción

André Kertész (1894-1985) Escaparate. París, 1925. Copia en plata (c. 1965). Sello "Photo by - André Kertész", título y fecha a lápiz de la mano del fotógrafo en el reverso. Imagen: 24,7 x 15,7 cm / Hoja: 25,2 x 20,3 cm Bibliografía: Nicolas Ducrot, André Kertész, Sixty Years of Photography, Londres, Penguin Books, 1972, p. 152.

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André Kertész (1894-1985) Escaparate. París, 1925. Copia en plata (c. 1965). Sello "Photo by - André Kertész", título y fecha a lápiz de la mano del fotógrafo en el reverso. Imagen: 24,7 x 15,7 cm / Hoja: 25,2 x 20,3 cm Bibliografía: Nicolas Ducrot, André Kertész, Sixty Years of Photography, Londres, Penguin Books, 1972, p. 152.

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ANDRÉ KERTÉSZ (Budapest, 1894-Nueva York, 1985). "Bailarín satírico". París, 1926. Gelatina de plata, impresión posterior. Firmado, titulado y fechado a lápiz (en el reverso). Procedencia: De la colección privada de Schroeder New Jersey. Medidas: 20,6 x 25,5 cm (imagen); 21 x 26 cm (papel). André Kertész apreciaba extraordinariamente la capacidad de la cámara para captar la danza y a las personas en movimiento. La que está tumbada en el sofá en esta fotografía en una pose completamente antiarquetípica es la bailarina y cabaretera Magda Förstner, a la que Kertész había invitado al estudio específicamente para la sesión. La imagen fue tomada en el taller del escultor István Beöthy, como indica el busto escultórico situado junto al sillón, que sirve de inspiración a la modelo. El propio Kertész narra la situación así: "Le dije: 'Haz algo en el espíritu del rincón del estudio', y ella empezó a moverse en el sillón. Hizo un movimiento. Hice sólo dos fotografías... Es maravilloso fotografiar a gente en movimiento. No necesitas disparar cientos de rollos de película como hoy en día. Se trata de capturar el momento justo. El momento en que algo se transforma en otra cosa". El fotógrafo André Kertész era conocido por sus innovadores enfoques de la composición y los ángulos de cámara, aunque su estilo único dificultó inicialmente su reconocimiento en las primeras etapas de su carrera. Autodidacta, sus primeros trabajos se publicaron principalmente en revistas, que le sirvieron de importante plataforma en aquella época. Tras luchar en la Primera Guerra Mundial, se trasladó a París, donde trabajó para VU, la primera revista ilustrada de Francia. Se relacionó con jóvenes artistas inmigrantes y con el movimiento Dadá, cosechando elogios de la crítica y éxito comercial. En 1936 emigró a Estados Unidos, donde expuso en solitario en la PM Gallery de Nueva York y trabajó brevemente para la agencia Keystone. Allí rechazó una oferta para trabajar en Vogue, que no le parecía adecuada. En su lugar, eligió trabajar para la revista Life. Su etapa neoyorquina se distinguió por fotografiar desde la ventana de su apartamento, inmortalizando momentos de la vida cotidiana siempre bajo la convicción de que "Todo es un tema. Todo tema tiene un ritmo. Sentirlo es la razón de ser. La fotografía es un momento fijo de esa razón de ser, que vive en sí misma". En 1963 regresó a París y tomó más de 2.000 fotografías en blanco y negro y cerca de 500 diapositivas que captan la esencia de la ciudad de Montmartre, las orillas del Sena, sus jardines y parques.