Michel KIKOINE (Gomel 1892- Cannes 1968)

La Ruche, vista aérea del edificio Fernand Léger Hacia 1912-1915 Al dorso, autorretrato del artista Óleo sobre lienzo 81 x 54 cm Firmado abajo a la izquierda "Kikoin". Michel Kikoine nació en Gomel (Lituania) en 1892. Conoció a Soutine en Minsk en 1905 mientras asistía a un taller de dibujo, y después estudió en la Academia de Bellas Artes de Vilna a partir de 1908, donde conoció a Pinchus Krémègne. Michel Kikoine llegó a París hacia 1912-1913 y se matriculó en la École des Beaux-Arts, donde estudió con Fernand Cormon. El artista estudió a los maestros antiguos en el Louvre y se interesó especialmente por la obra de Rembrandt, El Greco y Gustave Courbet. Michel Kikoïne pintó "La Ruche, vue plongeante sur le bâtiment dit "Fernand Léger"" hacia 1912-1915 a su llegada a París, cuando se trasladó a La Ruche. Se trata de una vista aérea del edificio conocido como "Fernand Léger". El cuadro revela la materia dejada por pinceladas sucesivas, o por pinceladas aplicadas una al lado de la otra. Este toque estructurado es típico del periodo 1912-1915. Las obras de este periodo siguen siendo raras. Una obra similar de la misma época presenta idénticas características formales (La ruche sous la neige, óleo sobre lienzo, 46 x 33 cm, coll. part, nº 748). En plena revolución cubista, el artista propone una cierta geometrización de las formas. Los contornos limpios y rectos de los edificios coexisten con las formas arqueadas de la bóveda del edificio y del parterre. Las figuras femeninas de la aguadora y la madre con el niño están simplificadas y enmarcadas en negro. Esta obra muestra una cierta tentación del artista de la época por la geometrización de las formas. En el reverso del lienzo, el artista esboza un autorretrato. Probablemente insatisfecho, lo cubre con pintura al óleo. Sin embargo, tras este encalado, es posible ver los contornos de una postura erguida y adivinar una mirada fija, un rostro expresivo. La rareza de esta obra reside tanto en el tema representado, La Ruche, ciudad mítica de los artistas de la Escuela de París, como en la época en que fue pintada, cuando llegó a París. La presencia de un autorretrato de juventud inédito en el reverso de la obra subraya su importancia. Elise Vignault