SARTON, Liège - Fin XVIIIe siècle

Regulador de mesa esqueleto con mecanismo de cuerda de latón dorado. La parte central de esfera única descansa sobre cuatro columnas con cuatro pies estilizados y base rectangular. La esfera de esmalte blanco descansa sobre una base triangular, las horas en números romanos y los minutos en números arábigos, un segundero central que late los segundos y una pista de minutos, lleva la firma "Sarton à Liège". El movimiento tiene un sistema de cuerda igual, la llave cuadrada de cuerda visible bajo la esfera, el volante de péndulo con dos pequeñas pesas, de un solo barrilete con escape de clavija, rueda grande visible en el reverso de la platina. Altura. 36 cm PROCEDENCIA Fa. Gude & Meijer, Antieke Klokken, Amsterdam, 1994. LITERATURA Este regulador está descrito en el libro de referencia de Jacques Nève, Les pendules d'Hubert Sarton : 1748 - 1828 - Horloger, Mécanicien, Inventeur. El remontoir d'égalité es un mecanismo de relojería inventado en el siglo XVIII y utilizado sobre todo por los relojeros mecánicos de la Ilustración en relojes de muy alta precisión que se definen como "reguladores". El remontoir d'égalité consiste en un complejo mecanismo de engranajes y palancas que permite transferir la energía del muelle de manera uniforme y constante. Suele estar situado entre el barrilete y el escape del reloj. La invención del remontoir d'égalité supuso un verdadero avance en la relojería del siglo XVIII, ya que permitió obtener relojes mucho más precisos y fiables. Sin embargo, este mecanismo es muy delicado de ajustar y mantener, y a menudo se reservaba para los relojes "reguladores" más caros de la época. Hoy en día, el remontoir d'égalité no es tan común como en aquella época, pero sigue siendo un mecanismo interesante para los relojeros y coleccionistas interesados en la historia de la relojería. Uno de los pocos relojeros contemporáneos que se ha interesado por esta técnica es François Paul-Journe, que la utilizó en su modelo Tourbillon Souverain Remontoir d'égalité. Dentro de la Colección Dierckx, el relojero e inventor Hubert Sarton ocupa un lugar muy especial. En efecto, Hubert Sarton (1748- 1828), originario de la ciudad de Lieja, es sin duda el relojero en el que el coleccionista Guy Dierckx ha centrado su atención durante su larga búsqueda del objeto único, con cuatro raros ejemplares aquí presentes. Si profundizamos en cada una de las creaciones de este relojero, es interesante observar que muchas de ellas reflejan el espíritu del Siglo de las Luces en el arte de la complicación relojera, al tiempo que asocian una simplicidad en su aspecto puramente decorativo. Más allá del debate sobre el depósito de su invención del llamado "reloj perpetuo" en la Academia Francesa de Ciencias el 23 de diciembre de 1773, este genial relojero simboliza también los vínculos que unían a todos los grandes relojeros de Europa a finales del siglo XVIII. La mayoría de estos hombres de ciencia se conocían entre sí, la ciencia relojera se consideraba un gran avance tecnológico en la época, y los príncipes y reyes tenían cada uno sus propios relojeros designados. Hubert Sarton fue el primer relojero de la corte del príncipe-obispo de Lieja, François-Charles de Velbrück. El príncipe-obispo de Lieja se convirtió entonces en su mecenas y difundió el arte de este genial relojero por toda Europa. Sarton es sin duda el más europeo de todos los relojeros del Siglo de las Luces. Fue relojero del duque Charles-Alexandre de Lorraine, gobernador general de los Países Bajos austriacos, y trabajó durante años en estrecha colaboración con los más célebres relojeros franceses de su época, como Pierre Leroy, relojero de Luis XVI, tras haberse formado en París, capital de las artes de la época. Estas cuatro piezas, que se presentan en esta sección dedicada, son un testimonio de su arte relojero, pero también y sobre todo un homenaje al más europeo de todos los relojeros del Siglo de las Luces.