Null CARTIER TANK CINTRÉE 
Reloj de pulsera de oro de 18 quilates (750 milésimas…
Descripción

CARTIER TANK CINTRÉE Reloj de pulsera de oro de 18 quilates (750 milésimas), esfera lacada blanca firmada Cartier París, minutero negro, números romanos pintados, agujas espada azuladas. Corona octogonal de oro de 18 quilates (750 milésimas) realzada por un cabujón de zafiro. Reverso de oro de 18 quilates (750 milésimas) firmado Cartier, numerado 031163 en el exterior y 60868 en el interior. Movimiento mecánico de cuerda manual firmado Cartier referencia 78-1 sobre base ETA. Correa de piel negra, cierre desplegable de oro de 18 quilates (750 milésimas) firmado Cartier. Reloj funcional en el momento del peritaje, sin garantía de futuro funcionamiento y estado de las piezas. Acompañado de sus papeles de servicio en Cartier París con fecha de mayo de 2019, restauración completa de la esfera y agujas realizada por Cartier, sustitución de la corona y servicio completo, intervención en el cierre y caja así como un pulido. También papeles de intervención en 2011. Circa 1970 Dimensiones 23 x 45 mm (medidas de cuerno a cuerno) Peso bruto 39,3 g El Cartier Tank Cintrée hizo su aparición a principios de la década de 1920, y lo hizo de forma rotunda cuando se descubrió este hermoso reloj alargado con su caja, esfera y cristal curvados para seguir la curva de la muñeca, un diseño decididamente moderno orquestado por Louis Cartier. En aquella época, llevar reloj de pulsera era una rareza, popularizada por el uso militar. Sin embargo, este Tank Cintrée fue rápidamente adoptado por los grandes y los buenos, actores y otras figuras masculinas, hasta aparecer más tarde en la muñeca de Steve McQueen durante el rodaje de Thomas Crown Affair. El magnífico ejemplar que ponemos a la venta data de los años 70 y ha sido restaurado profesionalmente por Cartier a lo largo de 9 meses, con una restauración excepcional de la esfera, una revisión completa del movimiento, una comprobación y ajuste de la pulsera y el cierre, un pulido y flameado de las agujas y otras pequeñas intervenciones. Una pieza fantástica que nos remonta a la rica y misteriosa historia de los relojes Cartier.

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CARTIER TANK CINTRÉE Reloj de pulsera de oro de 18 quilates (750 milésimas), esfera lacada blanca firmada Cartier París, minutero negro, números romanos pintados, agujas espada azuladas. Corona octogonal de oro de 18 quilates (750 milésimas) realzada por un cabujón de zafiro. Reverso de oro de 18 quilates (750 milésimas) firmado Cartier, numerado 031163 en el exterior y 60868 en el interior. Movimiento mecánico de cuerda manual firmado Cartier referencia 78-1 sobre base ETA. Correa de piel negra, cierre desplegable de oro de 18 quilates (750 milésimas) firmado Cartier. Reloj funcional en el momento del peritaje, sin garantía de futuro funcionamiento y estado de las piezas. Acompañado de sus papeles de servicio en Cartier París con fecha de mayo de 2019, restauración completa de la esfera y agujas realizada por Cartier, sustitución de la corona y servicio completo, intervención en el cierre y caja así como un pulido. También papeles de intervención en 2011. Circa 1970 Dimensiones 23 x 45 mm (medidas de cuerno a cuerno) Peso bruto 39,3 g El Cartier Tank Cintrée hizo su aparición a principios de la década de 1920, y lo hizo de forma rotunda cuando se descubrió este hermoso reloj alargado con su caja, esfera y cristal curvados para seguir la curva de la muñeca, un diseño decididamente moderno orquestado por Louis Cartier. En aquella época, llevar reloj de pulsera era una rareza, popularizada por el uso militar. Sin embargo, este Tank Cintrée fue rápidamente adoptado por los grandes y los buenos, actores y otras figuras masculinas, hasta aparecer más tarde en la muñeca de Steve McQueen durante el rodaje de Thomas Crown Affair. El magnífico ejemplar que ponemos a la venta data de los años 70 y ha sido restaurado profesionalmente por Cartier a lo largo de 9 meses, con una restauración excepcional de la esfera, una revisión completa del movimiento, una comprobación y ajuste de la pulsera y el cierre, un pulido y flameado de las agujas y otras pequeñas intervenciones. Una pieza fantástica que nos remonta a la rica y misteriosa historia de los relojes Cartier.

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