JANE GRAVEROL (1905-1984) Le trait de lumière JANE GRAVEROL (1905-1984)
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Descripción

JANE GRAVEROL (1905-1984) Le trait de lumière

JANE GRAVEROL (1905-1984) La línea de luz firmado y fechado "Jane Graverol 1959" (abajo a la derecha); firmado, inscrito y fechado "1959 Jane Graverol Trait de lumière" (reverso) óleo sobre isorel Pintado en 1959 firmado y fechado "Jane Graverol 1959" (abajo a la derecha); firmado, inscrito y fechado "1959 Jane Graverol Trait de lumière" (en el reverso) óleo sobre masonita Pintado en 1959 80 x 60cm (31 1/2 x 23 5/8in). Notas a pie de página: Procedencia Colección privada, Bélgica. Colección privada, Bélgica (adquirida por su actual propietario hacia 1990). Bibliografía L. Scutenaire, Peintures de Jane Graverol en Les Lèvres nues, Bruselas, 1962 (p. 16). R. de Solier, Jane Graverol, Bruselas, 1974 (p. 136 ilustrada). Exposición Bruselas, Galería Isy Brachot, Salón de Otoño, 18 de octubre - 4 de noviembre de 1968. "Para mí el surrealismo es mi evasión del mundo - es la búsqueda de un pasado indefinible hacia el infinito que buscamos locamente sin alcanzarlo - y la visión de las cosas establecidas y que podrían no ser - que podrían ser otras y que el hombre común no puede imaginar". Jane Graverol merece ser reconocida como una de las más grandes pintoras surrealistas. Creció siendo su padre el escritor y pintor simbolista Alexandre Graverol. Tras estudiar en la Academia de Bellas Artes de Etterbeek, asistió a la Real Academia de Bellas Artes de Bruselas, donde tuvo como profesores a Montald Constant y Jean Delville. A partir de finales de los años treinta, su pintura se acerca a los preceptos del movimiento surrealista, al que no se une hasta 1940. Uno de sus primeros contactos con el grupo tuvo lugar en 1936, cuando conoció a E.L.T. Mesens en París. Mesens en París. En 1949, Graverol conoció a los miembros fundadores del surrealismo belga, Louis Scutenaire, Camille Goemans y Marcel Lecomte, y más tarde recibió el apoyo de René Magritte, que le organizó una exposición en 1950 y le mostró una sincera amistad. Su relación amorosa con Marien reforzó aún más su implicación en el grupo. En 1952 fundó la revista Temps mêlés en Verviers con André Blavier, y a partir de 1954, junto con Mariën y Paul Nougé, dirigió Les Lèvres nues, otra revista que defendía ardientemente los compromisos revolucionarios del surrealismo. A partir de los años cincuenta, la prensa que comentaba sus exposiciones la comparaba con Magritte, pero también con de Chirico, cuya admiración asumió. La obra de Graverol no tiene la dimensión conceptual y filosófica de la obra de de Chirico que heredó Magritte. Resueltamente poética, más enraizada en un universo onírico y sobrenatural, también está impregnada de un clima simbolista en el que la artista creció en contacto con la pintura de su padre. Sin embargo, su obra comparte con la de Magritte y Delvaux una serie de características derivadas del universo chiricano, al menos durante los primeros años de su carrera. Al igual que de Chirico, y ávidamente interesada por las Metamorfosis de Ovidio, Jane Graverol estaba fascinada por los mitos y la estética de la Antigüedad, que redescubrió durante su viaje a Grecia en 1961 y que se encuentran en varias de sus composiciones. Graverol se asemeja a grandes artistas como Leonora Carrington, Leonor Fini, Key Sage, Toyen, Dorothea Tanning... A través de una técnica tan fluida como precisa, Graverol trastoca las percepciones de la realidad, iniciando sensaciones que se sitúan tanto en el terreno de lo extraño como en el de la poesía. Reconoce que "mis cuadros son sueños despiertos, sueños conscientes". También asocia a estos objetos cotidianos elementos fantasmagóricos, o los extrae de su contexto habitual para darles una nueva función. Aunque el carácter sobrenatural de este cuadro sigue siendo poético, es evidente que la artista juega con el encuentro de dos espacios opuestos, el interior y el exterior. Como revela este cuadro, el personaje femenino de la pintura de Graverol se sitúa bajo el signo de la dualidad: luz y oscuridad, dulzura y severidad, erotismo y monstruosidad de criaturas sin rostro. Esta obra es una oda a la libertad similar a la representación femenina que creó en el Espíritu Santo. También es una oda a la evasión y a cierta forma de independencia feminista. La tensión que emana de este cuadro es un viaje hacia el interior a pesar del vicio representado por la roca que encierra a la mujer en un conjunto aparentemente hermético. Este cuadro es la combinación perfecta de técnica y ensoñación consciente. Cuadros de esta calidad son extremadamente raros y merecen ser presentados a los más grandes. Como Delvaux, una poesía inmutable emerge de estos lienzos, como Magritte representa sueños despiertos, como De Chirico lleva a su lector hacia una interpretación más sutil que una imagen fija. Este lote está sujeto a los siguientes símbolos de lote: AR AR Mercancías sujetas al derecho de participación de los artistas Adicional P

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JANE GRAVEROL (1905-1984) Le trait de lumière

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