JOHANN GEORG DE HAMILTON MUNICH, 1672 - 1737, VIENNE

Jinete montado en su Lipizzaner realizando una Capriole Óleo sobre lienzo 91 x 71 cm La equitación se convirtió en una parte fundamental de la corte del Sacro Imperio Romano Germánico a partir del siglo XVI. En 1576, Maximiliano encargó a su hermano, Carlos II, que buscara el el lugar ideal para fundar la futura yeguada imperial. Eligieron Lipizza, una aldea situada en la actual Eslovenia. Al mismo tiempo, el gobierno adquirió los mejores sementales andaluces, la estirpe inicial de la futura raza lipizzana. El abultado hocico del caballo de nuestro jinete sugiere que pertenece a esta famosa raza. Además, a partir de 1565 se construyó una escuela de equitación en la Josefplatz, que fue sustituida por un nuevo edificio encargado por Carlos VI en 1729. La Escuela Española de Viena fue el epicentro de la excelencia ecuestre del Imperio. Esta escuela tenía tres objetivos: ofrecer el mejor aprendizaje a los miembros de la aristocracia, formar a los futuros soldados y obtener caballos aptos para el combate. La vocación militar y el entrenamiento a la italiana son visibles en la cabriola que ejecuta el caballo. Este aire elevado, aparecido durante el Renacimiento italiano, pone a prueba la solidez del caballo y su perfecta obediencia, al tiempo que prepara a los jinetes para los duros golpes. Perfecto para desfilar, este salto se convirtió en una de las especialidades de la Escuela de Viena. Hamilton optó por componer un verdadero retrato doble. Se destacan tanto la habilidad del jinete como la destreza del caballo, y ambos se vuelven hacia el espectador con una mirada igualmente expresiva. El cabriolé es una figura muy apreciada por el pintor y puede verse en varias de sus obras, la más famosa de las cuales es Kladruber Hengst "Cerbero" in der Kapriole del Museo de Historia del Arte de Viena (nº WB_Z_85), y ofrece al cuadro el lenguaje de la potencia, el beneficio del movimiento y el don de la ligereza.