ÉCOLE FRANÇAISE DU MILIEU DU XVIIe SIÈCLE Retrato de Luis XIV durante la Gran
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ÉCOLE FRANÇAISE DU MILIEU DU XVIIe SIÈCLE

Retrato de Luis XIV durante la Gran Cabalgata de 1656 Óleo sobre lienzo (oval) 68 x 55 cm BIBLIOGRAFÍA Marie-Christine MOINE, Les fêtes à la cour du Roi Soleil : 1653 - 1715, Fernand Lanore/François Sorlot, "Reflets de l'Histoire", 1984, 256 p. Jacques VANUXEM, " Des fêtes de Louis XIV au baroque allemand ", en Cahier de l'Association internationale des études françaises, 1957, n°9. Las imágenes de Luis XIV que el imaginario colectivo ha creado tienen en común una idea de grandeza y de ideal. ¿Y qué otra grandeza podría haber que la del Imperio Romano? Sin Es probablemente por esta razón que Luis XIV fue a menudo retratado con atuendo romano a partir de los 8 años. Además de la idea de grandeza y prestigio asumidos, el traje era un elemento importante de la corte del Rey Sol debido a las numerosas fiestas organizadas. Así, este retrato es también una ilustración de lo que podía llevar en un acto público. En 1656, Luis XIV participó en una cabalgata en el Palais Royal vistiendo un traje romano de oro y plata. Fue en esta ocasión cuando que adoptó el lema del sol "Ne piu ne pari" ("ni superior ni igual")1 , anunciando su forma definitiva de 1661 "Nec pluribus impar" ("A ningún otro igual"). Esta cabalgata precedió al Gran Carrusel, grandioso espectáculo organizado ante el palacio de las Tullerías los días 5 y 6 de junio de 1662 con motivo del nacimiento del Delfín. Las ilustraciones de Israël Silvestre (1621 - 1691) nos dan una idea precisa de los trajes utilizados en esta ocasión, cuyo tema era la Antigua Roma. Pocos años después de la Cabalgata del Palais Royal, Luis XIV vistió un traje romano de brocado de plata bordado en oro, con incrustaciones de decenas de diamantes y rubíes de diversos tamaños (fig. 1). La riqueza del traje llevado por el Rey en 1662 no corresponde a la mayor sencillez del de nuestro retrato. Este traje corresponde en realidad a la Cabalgata de 1656. Con sólo 18 años, el joven Luis XIV ya mostraba su gusto por la pompa, el traje y la puesta en escena. En aquella época, el palacio estaba habitado por el cardenal Mazarino (1602 - 1661) y sus sobrinos, entre ellos Olympe y Marie Mancini, a quienes alojaba desde hacía varios años. En la época de la Fronda (1648 - 1653), también albergó a la reina Ana de Austria (1601 - 1666) y a sus dos hijos, Luis y Felipe. También sabemos que el futuro rey estuvo durante algún tiempo muy enamorado de Olympe, en cuyo honor hizo representar esta cabalgata de 1656. Por primera vez, Luis XIV es presentado como un soberano deslumbrante. En los albores de su grandeza, el rey aparece ricamente ataviado con un traje de joyas incrustadas en brocado, decorado con mantos de los que sobresalen las anchas mangas de una flexible camisa. Su jefe lleva un casco plateado con follaje dorado y grandes plumas blancas. Entregado a uno de los vencedores de la Cabalgata, el joven joven Luis se presenta como un soberano atento a la imagen que difunde. Próximo a la iconografía de Apolo, se sitúa ya entre el Panteón. Su vestimenta es brillante, sus ropajes ricos, su mirada recta, su expresión serena, su futuro será grande y su autoridad absoluta, "Ne piu, ne par". 1. Jacques VANUXEM, "Des fêtes de Louis XIV au baroque allemand", en Cahier de l'Association internationale des études françaises, 1957, n°9, p.93

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