1963 - Renault Dauphine 1093 Ex Michel Hommell Matrícula francesa Chasis n°67145 Carrocería n° 1720 Motor n°670-05/161816 Caja de cambios n°330-02/10010 - El Renault Dauphine más exclusivo, hecho para la competición - Restauración de calidad en el taller Manoir de l'Automobile - Poco usado en los últimos años, necesita mantenimiento - Informe pericial completo disponible 30 000 / 40 000 € El coche de nuestra subasta es un auténtico Dauphine 1093. Puesto en circulación el 30 de julio de 1963, está equipado con frenos de tambor y luce la presentación específica de la serie a la que pertenece: blanco Réjane con franjas azules en toda su longitud, faros de gran diámetro, pequeños repetidores laterales y monogramas cromados "1093". El coche está matriculado en la región de París desde 1982, cuando Michel Hommell, gran aficionado a la marca, lo compró en 1984. Hommell, después de haber participado en los R8 Gordini Coupé en los años 60, se convirtió en un editor de renombre, lanzando títulos como Echappement (en el que el coche fue objeto de un artículo de fondo), o Auto Hebdo, o Auto Passion, pero también y sobre todo se dio a conocer por el notable museo sobre el tema de los coches clásicos y deportivos que creó: el Manoir de l'Automobile, en Lohéac. El coche, al que probablemente ya se le ha cambiado la carrocería, se restaura por completo en el taller del museo. El motor se restaura cuidadosamente con un cigüeñal rectificado, nuevos cojinetes y segmentos, así como pistones abombados específicos del 1093. La caja de cambios original se sustituye por una caja de cambios sincronizada de cuatro velocidades procedente de una versión Export. El interior se rediseñó con las mismas especificaciones que el 1093, con un salpicadero negro para el modelo del año 1963 y asientos con diseño de pata de gallo con polipiel marrón, y un cuentarrevoluciones en lugar del bolsillo a la izquierda del volante, lo que añade deportividad y placer de conducción. El trabajo realizado fue de buena calidad. Tanto es así que el coche se encuentra ahora, muchos años después, todavía en buen estado general sin estar exento de defectos, e incluso sigue mostrando cierta frescura. Simplemente habrá que revisarlo y ponerlo a punto antes de volver a conducirlo, ya que apenas se ha conducido en los últimos años, aunque nunca se ha completado el periodo de rodaje tras la restauración. No obstante, parece listo para mostrar a su futuro propietario todas sus cualidades. Cualquier interesado puede solicitar un informe de tasación detallado que data de 2022. Un coche a la vez raro y potente, pero también bien restaurado y casi listo para correr, en todas las grandes competiciones y por un presupuesto contenido, este Dauphine 1093 es una oportunidad ineludible para cualquier aficionado a las carreras de coches. Por no hablar de su prestigiosa procedencia Tenga en cuenta que el coche está en marcha y rodando, pero se vende para ser reiniciado, sin control técnico.