Null Atribuido a Nicolas-Bernard LEPICIE (París 1735 - 1784)
Retrato de mujer co…
Descripción

Atribuido a Nicolas-Bernard LEPICIE (París 1735 - 1784) Retrato de mujer con pañuelo Tres lápices y muñón. Anotado abajo a la izquierda "Lépicié". Anotaciones en el reverso. (Alineado, falta restauración). 52,5 x 42 cm

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Atribuido a Nicolas-Bernard LEPICIE (París 1735 - 1784) Retrato de mujer con pañuelo Tres lápices y muñón. Anotado abajo a la izquierda "Lépicié". Anotaciones en el reverso. (Alineado, falta restauración). 52,5 x 42 cm

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Nicolas Bernard Lépicié París 1735 - 1784 París Retrato de una noble Óleo sobre lienzo, reentelado 61,5 x 50 cm, con bastidor 76 x 65 cm Nicolas Bernard Lépicié, importante pintor francés del siglo XVIII, nació en el seno de una familia de artistas. Siguió los pasos de su padre François Bernard Lépicié, célebre grabador, y desde muy joven dio muestras de un notable talento. Aprendió de los principales artistas de su época, donde pudo perfeccionar sus habilidades y desarrollar su inconfundible estilo. La obra de Lépicié abarca diversos géneros, como el retrato, la pintura histórica y las escenas de género. Sus obras se caracterizan por la delicadeza de su pincelada, el sutil uso de las luces y las sombras y la meticulosa atención a los detalles. Reflejan la elegancia y el refinamiento del rococó francés. Este notable retrato de una joven dama de la nobleza demuestra la maestría artística del género. Su cabello negro recogido cae en suaves ondas hasta las orejas, enmarcando un rostro de ojos castaños claros que irradian calidez e inteligencia. Lleva un suntuoso vestido azul, cuyos voluminosos pliegues e intrincados detalles realzan su grácil silueta. Un detallado escote con volantes adorna su escote y añade un toque de sofisticación a su atuendo. El abrigo de la dama, bordado con delicadas flores a lo largo de las costuras, acentúa la riqueza de su atuendo e insinúa su estatus acomodado y su gusto exquisito. Sobre un fondo gris abstracto, la figura destaca con una presencia cautivadora, su mirada tranquila pero enigmática, invita al espectador a reflexionar sobre los misterios de su mente. A través de su arte, el artista inmortaliza la belleza y la elegancia de la aristocracia francesa e invita al espectador a sumergirse en el esplendor del periodo rococó.