CHERC para FREDERIC GOLDSCHEIDER (Pilsen, Bohemia, 1845 - Viena, Austria, 1897). Austria, hacia 1900. Jarrón Art Nouveau. Terracota patinada. Firmado en el anverso. Sellos y numeración en el reverso. Falta parte del sello Goldscheider. Medidas: 61 x 46 x 25 cm. Jarrón escultórico de estilo claramente Art Nouveau, con una estructura totalmente definida por la decoración, que muestra la intención anticlásica típica de este estilo. Esto se aprecia también en el detalle naturalista del trabajo de modelado, en la suave policromía, con colores indefinidos y aclarados, y en el dinamismo y asimetría de la composición. El jarrón está definido por grandes hojas de aspecto vivo, de contorno sinuoso y móvil, sobre las que vemos las figuras de una dama y un niño, trabajadas en redondel. A pesar del clasicismo básico de las figuras, el cabello ondulado de la mujer y el propio marco natural nos hablan del concepto de lo femenino en el Art Nouveau, derivado de la literatura simbolista, que considera a la mujer indisolublemente unida a la naturaleza y, por tanto, partícipe de sus misterios y peligros. Su belleza etérea es seductora y peligrosa, y conduce a los hombres irremediablemente a la perdición. Cherc trabajó en la fábrica Goldcheider de 1894 a 1914, donde muchos de los modelos producidos entonces llevan su firma. En 1885, el escultor Friedrich Goldscheider abandonó su Pilsen natal y se instaló en Viena, donde fundó su propia fábrica de piezas de terracota. Pronto se convirtió en uno de los artistas más influyentes en los campos de la cerámica y el bronce, con tiendas en Austria, París, Leipzig, Berlín y Florencia. Durante más de medio siglo, la firma Goldscheider, considerada la mejor fábrica modernista de terracota, creó obras maestras del historicismo, el Art Nouveau y el Art Déco. El fundador supo atraer a su fábrica tanto a artistas consagrados como a jóvenes innovadores, de modo que allí trabajaron grandes ceramistas de la época, como W. Bosse, B. Geiger, J. Lorenzl, I. Meisinger y M. Powolny, entre otros. Tras la muerte de Goldscheider, la fábrica pasó a manos de su viuda Regina, que continuó produciendo los modelos de su marido, junto con otros nuevos creados por los artistas que trabajaron para la empresa, como D. Chiparus durante el periodo Art Déco. Hasta su cierre con el ascenso del nacionalsocialismo, la fábrica produjo más de cuatro mil modelos diferentes, tanto del propio Goldscheider como de otros autores. Desde el principio, la fábrica ganó numerosos premios, primeros galardones y medallas de oro en innumerables ferias, exposiciones y salones. Hoy sus piezas son muy solicitadas por coleccionistas de todo el mundo. Actualmente pueden admirarse en museos de todo el mundo, como el Museo de Bellas Artes de San Francisco, el Museo Metropolitano de Nueva York y el Instituto de Artes de Minneapolis. En 2007, las obras de Goldscheider se expusieron en el Museo de Viena y, al año siguiente, en el LBI de Nueva York.