Null Pareja de jarrones de estilo nazarí. Granada, segunda mitad del siglo XIX.
…
Descripción

Pareja de jarrones de estilo nazarí. Granada, segunda mitad del siglo XIX. Estuco policromado sobre base de madera. Medidas: 125 cm (altura del jarrón) x 31 cm (altura de la base) x 50 cm (diámetro del jarrón). La cerámica nazarí nació como expresión artística, además de como producto comercial en Málaga, tras la fundación del primer reino nazarí, también conocido como Emirato de Granada, periodo en el que estos territorios fueron gobernados por el pueblo musulmán. La cerámica nazarí adquirió rápidamente gran importancia entre los reinos de España, ya que tras el declive de la producción cerámica en Murcia y Almería, así como el impulso dado por el primer gran gobernante, aprovechando su relación con Fernando III de Castilla, esta cerámica creció en popularidad ganando terreno en usos más allá de los simples jarrones. El nombre de "vaso tipo Alhambra" hace referencia a un tipo de piezas de lujo típicas del periodo nazarí, jarrones monumentales destinados a decorar teatros y que constituyen algunas de las piezas más espectaculares producidas por los artesanos nazaríes. El valor otorgado a estas grandes piezas se extendió más allá del periodo nazarí. En el siglo XVI ya eran piezas conocidas; en el siglo XVIII la historia de estos jarrones comenzó a perfilarse entre la realidad y la leyenda; y en el siglo XIX fueron objeto de interés y objeto de coleccionismo. Como en este caso, si algo caracteriza a los jarrones nazaríes es su belleza. Fabricados a la manera tradicional, están decorados a mano y presentan un rico colorido. Elegantes, de buen gusto y elaborados son algunas de sus principales características. Los diseños también varían, dependiendo del jarrón y de lo que el artista quiera expresar. Sin embargo, la calidad del diseño es realmente insuperable, ya que están hechos a mano, utilizando técnicas ancestrales. Además, se utilizan materiales de alta calidad para decorar el jarrón, que luego se sella para garantizar la durabilidad del diseño. Uno de los artículos más populares de la cerámica nazarí eran los jarrones de la Alhambra. Estos jarrones se produjeron entre los siglos X y XV y se consideraban objetos de lujo muy exclusivos, inicialmente pensados como ornamentales hasta que se comprendió que servían como filtros de agua. Su diseño, con un cuerpo convexo, brazos en forma de alas y un pico alto, así como un soporte para sostener el estrecho fondo, no sólo se centraba en dar al jarrón un aspecto más elegante, sino que también permitía filtrar el agua con mayor facilidad. La fabricación del jarrón era todo un reto, ya que requería el uso del fuego en las tres fases de construcción, decoración y acabado. En la actualidad, se conservan algunos jarrones de la Alhambra en diferentes museos e instituciones, aunque podemos encontrar que existen varias copias modernas realizadas principalmente con fines decorativos.

Pareja de jarrones de estilo nazarí. Granada, segunda mitad del siglo XIX. Estuco policromado sobre base de madera. Medidas: 125 cm (altura del jarrón) x 31 cm (altura de la base) x 50 cm (diámetro del jarrón). La cerámica nazarí nació como expresión artística, además de como producto comercial en Málaga, tras la fundación del primer reino nazarí, también conocido como Emirato de Granada, periodo en el que estos territorios fueron gobernados por el pueblo musulmán. La cerámica nazarí adquirió rápidamente gran importancia entre los reinos de España, ya que tras el declive de la producción cerámica en Murcia y Almería, así como el impulso dado por el primer gran gobernante, aprovechando su relación con Fernando III de Castilla, esta cerámica creció en popularidad ganando terreno en usos más allá de los simples jarrones. El nombre de "vaso tipo Alhambra" hace referencia a un tipo de piezas de lujo típicas del periodo nazarí, jarrones monumentales destinados a decorar teatros y que constituyen algunas de las piezas más espectaculares producidas por los artesanos nazaríes. El valor otorgado a estas grandes piezas se extendió más allá del periodo nazarí. En el siglo XVI ya eran piezas conocidas; en el siglo XVIII la historia de estos jarrones comenzó a perfilarse entre la realidad y la leyenda; y en el siglo XIX fueron objeto de interés y objeto de coleccionismo. Como en este caso, si algo caracteriza a los jarrones nazaríes es su belleza. Fabricados a la manera tradicional, están decorados a mano y presentan un rico colorido. Elegantes, de buen gusto y elaborados son algunas de sus principales características. Los diseños también varían, dependiendo del jarrón y de lo que el artista quiera expresar. Sin embargo, la calidad del diseño es realmente insuperable, ya que están hechos a mano, utilizando técnicas ancestrales. Además, se utilizan materiales de alta calidad para decorar el jarrón, que luego se sella para garantizar la durabilidad del diseño. Uno de los artículos más populares de la cerámica nazarí eran los jarrones de la Alhambra. Estos jarrones se produjeron entre los siglos X y XV y se consideraban objetos de lujo muy exclusivos, inicialmente pensados como ornamentales hasta que se comprendió que servían como filtros de agua. Su diseño, con un cuerpo convexo, brazos en forma de alas y un pico alto, así como un soporte para sostener el estrecho fondo, no sólo se centraba en dar al jarrón un aspecto más elegante, sino que también permitía filtrar el agua con mayor facilidad. La fabricación del jarrón era todo un reto, ya que requería el uso del fuego en las tres fases de construcción, decoración y acabado. En la actualidad, se conservan algunos jarrones de la Alhambra en diferentes museos e instituciones, aunque podemos encontrar que existen varias copias modernas realizadas principalmente con fines decorativos.

Las pujas estan cerradas para este lote. Ver los resultados