Estatua de Moba, Togo Madera H. 72,5 cm Las primeras estatuas moba que llegaron a Europa se conservaron en museos alemanes, en particular en el Museum für Völkerkunde de Hamburgo y Berlín, a principios del siglo XX. En 1990, en París, el galerista Pierre Robin contribuyó a sacarlas a la luz, su revelación, Liliane y Michel Durand-Dessert fueron los más ardientes coleccionistas de ellas, en busca de una nueva singularidad de movimiento y de una expresividad modesta, contenida, pero adivinada y tan intensa. Inscrita en madera erosionada, lo que le da un aspecto arcaico. El cuerpo es materia por derecho propio. La materia y el tiempo han modelado este ser, con formas a la vez crudas y poéticas. De su pequeño tamaño significado por un bloque casi cuadrado, surge el abdomen largo y ligeramente curvado, que le confiere un delicado balanceo. El busto más imponente, más macizo, enmarcado por brazos delgados, cortos y asimétricos, acentúa el movimiento "desplazado".