JEAN BAPTISTE FROMAGEAU (Francia, 1743-1793). Cómoda Luis XV, tercer cuarto del siglo XVIII. Madera de palisandro y marquetería de bois de violette. Tiradores y adornos de bronce. Encimera de mármol gris Sainte Anne. Estampado en las dos esquinas (debajo del sobre). Medidas: 88 x 126 x 63 cm. Cómoda tumbeau francesa Luis XV realizada por el popular ebanista Jean Baptiste Fromageau, activo en París entre 1755 y 1777. Este mueble data del último cuarto del siglo XVIII y es casi totalmente rococó, aunque el enchapado geométrico, adecuado a la estructura, indica un acercamiento al lenguaje neoclásico. La estructura, con su alzado abombado, sus perfiles ondulados y sus esquinas achaflanadas de corte sinuoso, sigue siendo claramente rococó, al igual que los bronces aplicados. Se trata principalmente de formas vegetales blandas, claramente rococó, que mantienen incluso la asimetría típica de la primera etapa de este lenguaje, como se aprecia en el faldón delantero o en las bocallaves. Sin embargo, la tendencia a la simetría que marca el avance hacia el neoclasicismo se aprecia ya en las asas, trabajadas todavía con el naturalismo del rococó, y en los bronces de las esquinas. La pieza está realizada en bois de violette, una madera exótica utilizada para chapado y marquetería, muy popular en el siglo XVIII. Esta madera, que pertenece a la familia del palisandro, está moteada con reflejos morados y blancos. Se trata de una cómoda de tres cajones, con dos cajones en los inferiores y dos en los superiores, aunque la decoración simula la misma estructura que en los dos cajones inferiores. Así, podemos ver un falso escudo en el centro, ya que los verdaderos son los que están detrás de los tiradores de los dos cajones. Esta simetría, junto con la compartimentación geométrica, son elementos claramente neoclásicos. Hijo de un maestro carpintero, Jean Baptiste Fromageau instaló su taller en la calle Traversière antes de trasladarse a la calle del Faubourg Saint-Antoine, donde hizo de su taller uno de los más importantes de París. Su abundante producción fue muy variada, y se especializó en ebanistería de lujo y carpintería sencilla. Cesó su actividad en 1777. Se retiró durante un tiempo a Versalles antes de regresar a París donde, en 1781, dirigió el Hôtel de Russie. En la actualidad, las obras de Fromageau se encuentran en museos internacionales, como el Museum für Kunsthandwerk de Fráncfort.